
Kjerag: una bola entre dos paredes de roca
Domingo, 27 de agosto de 2017
Cuando decidí que este verano iba a venir a tierras noruegas de vacaciones, tenía tres objetivos claros que quería cumplir. Los dos primeros, Trolltunga y Preikestolen, ya los he realizado. Hoy toca el tercero de ellos: Kjerag. Es bonito cumplir sueños. En primer lugar, dónde se sitúa mi última excursión en este país escandinavo. Durante el verano, puedes llegar a Kjerag tomando el ferry turístico a Lysebotn y luego ir en coche o taxi hasta Øygardstøl, el punto de partida del viaje. En temporada alta, también puedes ir en autobús desde Stavanger a Øygardstøl (Fiordos de Go). Si tienes tu propio automóvil, puedes tomar el ferry o conducir a través de Dirdal a Lysebotn (carretera cerrada durante el invierno de octubre a mayo/junio y un trayecto muy largo). Hay un aparcamiento de pago en Øygardstøl. Ya sólo deambular por esta zona es una auténtica maravilla.


Navegación por el Lysefjord
Desde Jørpeland me desplazo en el coche hasta Forsand, donde cogeré el ferry para navegar por el Lysefjord hasta Lysebotn. Lo he dicho en muchas ocasiones pero me reitero, conducir por estas carreteras es una delicia. En cualquier kilómetro te encuentras con una maravilla, ya sea una cascada, un fiordo, un glaciar, un mirador… Ya por carretera ascenderé por las famosas e interminables curvas que llevan al aparcamiento de inicio de la caminata. De nuevo, en la subida, unas vistas espectaculares del Lysefjord. También, en el trayecto, volveré a admirar, esta vez desde abajo, la majestuosidad del Preikestolen y pasaré al lado de Flørli, pequeño embarcadero-localidad famoso por su escalera de madera de 4444 escalones. Asimismo, me sorprenderé de lo diminuta que se ve desde el barco la piedra a la que hoy me subiré.



A 1.084 metros, Kjerag se eleva por encima de los otros picos a lo largo del fiordo Lysefjord. Ha sido tradicional admirar esta cara de la montaña desde el fiordo, pero en los últimos años, se ha vuelto cada vez más popular caminar por el sendero hacia la meseta. La mayoría de la gente disfruta de la vista del Lysefjord desde la propia meseta. Pero para algunos excursionistas, entre los que me incluyo, el punto culminante de la excursión es llegar a Kjeragbolten. Una roca redonda incrustada sólidamente en una grieta de montaña. Kjerag también se ha convertido en una atracción popular para escaladores y saltadores de base. Es sobrecogedor observar cómo se lanzan al vacío, sobre el fiordo, aunque sepas que se trata de un deporte. Deporte extremo que consiste en saltar a gran altura desde objetos fijos, usando un paracaídas para descender hasta el suelo con seguridad.

Comienza la subida a Kjerag
La subida comienza cómoda, aunque para variar me salgo del inicio «oficial». Dejo el coche en la cuneta, pasado el aparcamiento de Øygardstøl, de donde sale todo el mundo y arranco esta ruta por una senda poco utilizada. Se accede rápidamente al itinerario tradicional y en ese momento comienza la gran paliza. Hemos de tener en cuenta que en muy poca distancia vamos a tener una diferencia de altitud de 570 metros. El día ha salido soleado aunque en el cielo hay muchas nubes, y ya os he comentado estos días, que en Noruega el cambio del tiempo es de un rato para otro. Pero tampoco hay que estar pensando en ello todo el trayecto. La ruta de senderismo a Kjerag tiene una duración de entre seis a diez horas, más o menos, con cerca de 11 kilómetros de longitud. Y hay mucho que admirar por el camino. A disfrutar.

Por supuesto que es una subida accesible, pero debes tener una cierta forma física o estar acostumbrado a caminar por zona de montaña para ascender estos metros con garantía. La ayuda de las cadenas en las zonas más empinadas es valiosísima y hace que el ascenso no sea tan complicado. Eso si, no quiero imaginar esta subida en días de lluvia o con la roca resbaladiza. Lo preferible es seguir las indicaciones de la web que yo he visitado antes, durante y que seguiré visitando después del viaje. Allí te dan los consejos principales para no tener ningún percance: visit norway. Si no tienes mucha experiencia y no te sientes seguro viajando solo, te recomendamos que te unas a una excursión guiada. Un buen guía puede convertir un mal día en una fantástica experiencia. No hay año que no sea necesaria alguna operación de rescate para auxiliar a algún senderista.

Lo más complicado quedó atrás
Un vez que hemos subido los primeros dos kilómetros y medio, podemos decir que lo peor ha quedado atrás. Porque los dos kilómetros que restan hasta la famosa piedra redonda es una zona llana sobre la misma meseta pedestre que llevamos viendo todo el camino. El paisaje desde allí arriba ya empieza a impresionar. Una maravilla. A unos 1.084 metros sobre el nivel del mar, Kjerag es el pico más alto del fiordo Lysefjord. Aquí puedes disfrutar de las vistas y fotografiar la famosa roca Kjeragbolten. Te quedas sin palabras cuando la ves. Piensas cuando llegas que no podrás acceder a ella y subirte encima. Pero cuando ves lo sencillo que resulta, estás deseando que llegue tu turno para encaramarte en ese till glacial de 5 metros cúbicos encajado en la grieta de la montaña Kjerag. Mucho ojo si tienes vértigo, ni se te ocurra acercarte.

Para ponerte encima de la roca tienes que dar un pequeño saltito, y la verdad que impone. Eso lo hice en 2017, justo unos meses antes de sufrir una parálisis facial que me afectó el sentido del equilibrio hasta hoy. No sé si ahora podría hacerlo. Lo único que puedes hacer cuando la conquistas es admirar la belleza del paisaje que se abre a todo su alrededor. Y desear que las nubes amenazantes que tenemos en el cielo no descarguen ni una gota de lluvia. No quiero pensar la dificultad de encaramarse a la piedra si el suelo está mojado. Llegó la oportunidad de pararme en la famosa roca suspendida a casi 1000 metros sobre el nivel del mar. Me tocó el turno y, afortunadamente, no ha caído una gota de agua. Por lo que el terreno no está nada resbaladizo y mis botas se sujetan bien a la superficie.

Kjerag, otro objetivo cumplido
Muchos visitantes que toman el camino trillado hasta la cima de la meseta Kjerag admiran sin parar la belleza del fiordo que se encuentra debajo. Otros aventureros anhelan ese momento conmovedor. La gran oportunidad de fotos. Cuando llegues a la cima, verás la roca encajada entre montañas. Después de unos minutos de espera llega mi turno. Delante de mí algunas personas lo han pasado fatal. Otros han pasado a la roca como si estuvieran en el salón de su casa. Sin duda alguna el acceso impone terriblemente. El cuidado tiene que ser extremo. Y más si el terreno está mojado o con nieve. Hoy hemos tenido suerte y el suelo está seco. No hay problema. Hablo con unas chicas norteamericanas para que me saquen las fotos de rigor. Allá voy. Recomiendo ver mi vídeo (de un minuto) del acceso a la roca: A minute in Kjeragbolten. Os sorprenderá.

Después de disfrutar de ese gran momento toca reponer fuerzas. Seguir maravillado con las vistas que tenemos. Y, si tienes suerte, acercarte al punto donde se realiza salto base. Algo realmente estremecedor. En este día no están haciendo saltos. Pero me hubiera gustado ver alguno. Si os quedáis con las ganas aquí os dejo un vídeo de salto base en Kjerag. Después, como siempre, un resumen de esta ruta en mi peli. Si ya las fotos impresionan, el vídeo vuelve a dejarte sin palabras. Maravillosas las aventuras que he vivido en tierras noruegas, en tierras que fueron de vikingos. Tengo clarísimo que volveré, y más pronto que tarde. Hasta la vista. Si os gusta lo que habéis leído podéis dejar algún comentario en la web, se agradece. Y si os gustan los vídeos, por favor, suscribirse. Para que pueda seguir subiendo más. Muchísimas gracias.