
Val di Funes, paisajes de ensueño
Miércoles, 19 de julio de 2023
Siguiendo con mi road trip en Dolomitas, visito una zona que parece sacada de un cuento. Un destino fundamental en estas coordenadas es escaparse hasta el val di Funes, donde dos iglesias son capaces de robarle -o, al menos, compartir- cierta fotogenia al macizo de los Odle. Se trata de la iglesia de San Giovanni in Ranui, y la de Santa Magdalena. Dos templos que le dan una escala humana e, incluso, sacra, a un paisaje donde los dioses son de piedra. Salgo de Alpe di Siusi, dejando en esta ocasión Castelrotto a la derecha. Siguiendo por la carretera provincial 24 (LS24) hasta llegar a la SS12, en paralelo a la A22. Al inicio del valle cruzo la autopista por debajo y estoy en la carretera que me lleva hasta el fondo del mismo, donde se encuentran las citadas iglesias y una vista espectacular del grupo de los Odle.



Todo el mundo ha visto alguna vez una foto con una puesta de sol fabulosa, una cabaña en mitad de una pradera verde y, al fondo, un anfiteatro de montañas tan hermosas que parecen salidas de la imaginación de un artista. Pues bien, el paisaje de esa foto existe. Está en la Val di Funes, en Santa Maddalena para ser más exactos, y las montañas del fondo son los Odle. La Val di Funes, una franja de tierra alejada de las localidades más bulliciosas, conserva una naturaleza salvaje, una hospitalidad auténtica y vistas únicas. La belleza del paisaje, las líneas suaves de las colinas y la tranquilidad reinante crean un contraste armonioso con la dureza de los Odle. Por allí arriba estuve caminando en la jornada de ayer, cuando hice la subida a Seceda.
Val di Funes y sus famosas iglesias
Si por algo es famoso el Val di Funes, aparte de por su espectacular paisaje y su agradable tranquilidad, es por dos iglesias. Una de ellas es muy pequeña, llamada aquí chiesetta, la de San Giovanni. La otra, un poco más grande, la chiesa de Santa Magdalena. Comienzo la mañana visitando la primera. Sin duda alguna la iglesia más fotografiada de Dolomitas, continuamente protagonista en Instagram. Y ya veréis que no es de extrañar. Dejo el coche en uno de los aparcamientos de la zona, todos de pago, y me dispongo a pasear por el entorno. La pequeña iglesia está ubicada en el interior de una finca que es propiedad privada, por lo que si quieres llegar hasta ella debes pagar la entrada. Son 4€ atravesar el torno que te lleva a un pequeño sendero. Por el que llegas en unos metros a San Giovanni. Ninguna otra manera de acceder.




La iglesia de San Giovanni in Ranui forma parte de la granja privada Ranui Hof y destaca graciosamente en los prados que la rodean. Esta iglesia, en el corazón del espléndido paisaje alpino dolomítico, es sin duda uno de los lugares más visitados del Tirol del Sur. No hay excursionista que no quede fascinado por la capilla barroca dedicada a San Juan. La iglesia se caracteriza por un techo de doble aleta cubierto de tejas, un coro de tres lados y un campanario. Pero lo que más llama la atención es su cúpula de cobre, en forma de cebolla, que se extiende orgullosa hacia las cumbres de los Odle. Y que está coronada por una estrella. La fachada de la entrada presenta ricas decoraciones pictóricas y un fresco que representa al santo patrón de la iglesia. Se erigió en 1744 y la hizo construir la familia Jenner.



San Giovanni y Santa Magdalena
Apenas a un kilómetro en línea recta de San Giovanni se encuentra otra bellísima iglesia que destaca en una pequeña loma. Es la iglesia de Santa Magdalena, a la que solamente se puede acceder a pie. Cuenta la leyenda que como resultado de una violenta tormenta, las aguas del río Fopal transportaron un retrato que representaba a Santa Magdalena, hasta el lugar donde luego se construiría la iglesia dedicada a ella. También se especula que el lugar donde está ubicada se utilizaba desde la época prehistórica para ritos paganos. El caso es que los primeros documentos que citan la existencia de la iglesia se remontan a 1394, probablemente el período en el que se construyó. Fue totalmente reconstruida en 1492, conservando sólo el campanario de la antigua estructura. Durante el siglo XVIII fue restaurada según el estilo barroco. Una auténtica maravilla, sin duda alguna.




La iglesia de Santa Magdalena se presenta exteriormente en estilo gótico tardío, mientras que el interior, de una sola nave, es de estilo barroco, con una bóveda acanalada asimétrica. En esta caso la iglesia estaba abierta y pude disfrutar de la riqueza de su interior. En el exterior destaca el pequeño cementerio. Las vistas de todo el valle desde aquí son espectaculares. Y la paz y la tranquilidad que allí se disfrutan hacen de esta visita un momento único. Llevaba toda la mañana en Val di Funes y tocaba buscar un lugar donde comer. Así que me dispuse a ir a por mi coche par continuar por este road trip en Dolomitas. Dejo atrás el Parque Natural Puez-Odle y me dirijo a Ortisei, me pareció un buen lugar para degustar la gastronomía de esta zona. Por la tarde regresé de nuevo a Alpe di Siusi, donde se encuentra mi alojamiento.



