
Braies y Sorapis, lagos en Dolomitas
Domingo, 21 de julio de 2023
Sin duda alguna Dolomitas tiene muchísimo que ver. Y si la recorres en un Road Trip pues todavía más. Eso fue lo que me ocurrió a mí en el verano de 2023. Mi road trip en Dolomitas me permitió visitar un buen número de lugares espectaculares en estas impresionantes montañas de los Alpes italianos. Además de inmensas llanuras verdes a más de 2.000 metros de altitud, de paisajes montañosos que deslumbran por su verticalidad, de pequeñas y hermosas iglesias en medio de majestuosos valles o de míticos puertos de montaña que separan esos valles, existen unos preciosos lagos de colores intensos. Braies y Sorapis quizás sean los más conocidos y visitados en estas montañas. Uno se sitúa a una hora aproximadamente de la lujosa localidad de Cortina d’Ampezzo. El otro tiene el inicio de la ruta que lleva hacia su ubicación a poco más de 15 minutos.

En la imagen del mapa podéis ver que ambos lagos están al este de Ortisei, la localidad al lado de Alpe di Siusi, donde estuve la primera semana de este Road Trip. Los dos lagos son una auténtica maravilla, pero se diferencian bastante. El lago di Braies tiene un acceso muy sencillo por carretera, puede llegar cualquier persona. El lago si Sorapis tiene un acceso algo más complicado, puesto que solamente se puede llegar hasta allí a pie. Como punto de partida para la visita a Braies y Sorapis está Cortina d’Ampezzo. Cortina d’Ampezzo es la reina de Dolomitas, un tesoro de naturaleza aprovechado para el turismo, y que va indisolublemente unido al glamour. Una obra de arte natural que inspira por sus formas, su majestuosidad y al mismo tiempo por su sencillez. Sede de los Juegos Olímpicos de invierno en 1956, volverá a ser ciudad olímpica en 2026.


Lago di Braies
Como ya he dicho anteriormente podemos llegar al lago di Braies desde Cortina d’Ampezzo en aproximadamente una hora. Al acceso al parque natural, donde está el control, se llega por la SS49. En ese punto puedes decidir subir en coche o hacerlo en autobús. Como el momento en el que yo llegué era de máxima afluencia, no pude pasar con mi vehículo. Así que tuve que ir hasta el pequeño pueblo de Monguelfo-Tesido para coger el transporte público (16€ ida y vuelta). Si llevas tu coche ten en cuenta que los aparcamientos al lado del lago son de pago. La carretera al valle de Braies estará cerrada del 10 de julio al 10 de septiembre, de 09.30 a 16.00 horas. Por lo que si llegas antes o después de esas horas, tendrás aparcamiento gratuito y menos gente visitando el lago. Bueno es saberlo para una visita más tranquila.


Una vez que llegas a las instalaciones puedes darte cuenta que todo está preparado y organizado para el turismo: un gran hotel, restaurantes, tiendas de souvenirs… Un montón de gente por todos lados que al principio te echa un poco para atrás. Pero según te acercas al lago te evades de todo ello. El lago di Braies está considerado uno de los más fascinantes de Italia. Situado a los pies de la pared rocosa de la Croda del Becco, este pequeño lago alpino es apreciado por los colores de sus aguas. Desde 1910, el lago está rodeado por un pintoresco sendero forestal. La ruta es apta para todos los públicos, incluidas las familias con niños. También es posible alquilar una pequeña barca de remos para admirar el panorama desde otra perspectiva. Una auténtica maravilla de la naturaleza. Luego verás que será difícil elegir entre Braies o Sorapis.


Lago di Sorapis
Muy cerquita de Cortina d’Ampezzo se encuentra el lago di Sorapis. En unos 15 minutos, y por la SR48, llegas al passo Tre Croci. Suele haber sitio para aparcar si no llegas muy tarde. Y gratis. Allí mismo comienza el sendero 215, muy bien señalizado en un panel junto a la valla de madera que está al borde de la carretera. Hasta el mismo lago son menos de 7 kilómetros, lo que ocurre es que hay algunas zonas con algo de dificultad si no estás habituado a caminar por la montaña. En algún tramo tendremos que echar mano a los cables de acero que van a la pared del sendero y en otros subiremos unas cuantas escaleras de hierro. Por lo demás, el paseo es muy cómodo. Las vistas hacia atrás son todo un espectáculo, viéndose en algunos momentos las Tre Cime di Lavadero. En dos horas has llegado.


La visión nada más llegar a la orilla del lago es impresionante. Estamos a una altitud de 1.900 metros, rodeados de las imponentes cimas de Le Tre Sorelle, el Col del Fuoco y el Dito di Dio (a mi espalda en la fotografía). Lo que más te llama la atención es el color del agua, cambiante hoy porque se alternan las nubes con el sol. La blancura de la piedra caliza de su fondo y el polvo procedente del antiguo glaciar que llegaba hasta allí, producen unos efectos impresionantes en la superficie del lago. Recorro el mismo por su orilla disfrutando del espectacular circo glaciar que me rodea. Es apabullante. Puedes quedarte aquí todo el día sin ningún problema. Pero hay que volver. Como en el refugio Alfonso Vandelli, donde también se puede pernoctar en verano, y tomo el camino de vuelta. Difícil elegir entre Braies o Sorapis. Decide tú.

