
Trekking Tre Cime di Lavaredo
Jueves, 27 de julio de 2023
Va llegando el final de este Road Trip en Dolomitas y llego a uno de los lugares que más deseaba conocer en estas montañas. Son las Tre Cime di Lavaredo, tres impresionantes picos que deslumbran al senderista nada más llegar. Os voy a contar aquí lo sencillo que es hacer esta ruta circular y os voy a dar un consejo muy importante. Mucha gente viene aquí con la idea de hacer este trekking y visitar después el espectacular mirador de Cadini di Misurina. Un error. Tienes que hacerlo al contrario. Porque dar la vuelta entera a las Tre Cime, llegando al refugio Locatelli y vuelta hasta el refugio Auronzo, es muy agotador. Sencillo pero cansado. Por lo que siempre recomendaré ir pronto a Cadini di Misurina, y después dedicar el día completo al trekking de las Tre Cime di Lavaredo. Así podrás disfrutar de ambos lugares en la misma jornada.



Para hacer lo que os digo hay que madrugar, no puedes llegar tarde. Y con madrugar me refiero a estar en el control de peaje que sube hasta el parking de Auronzo, antes de las ocho. Yo llegué a las 7,30 y ya tenía unos cien coches delante de mí. Pagas los 30€ que cuesta subir el vehículo y por una preciosa carretera de montaña llegas al aparcamiento. Una vez en el refugio Auronzo, os cuento lo que hice en primer lugar. Dejo el refugio a mis espaldas y en dirección sur sigo las indicaciones del sendero 101 a Misurina. Que coincide en parte con el 117 que va al refugio Col de Varda. En menos de dos kilómetros estás en uno de los miradores de montaña más espectaculares del mundo. Y sin apenas esfuerzo. Y, lo que es mejor, como es muy pronto tienes el paisaje para ti solo.

Trekking Tre Cime di Lavaredo
Maravillado de las vistas que he disfrutado en Cadini di Misurina, doy media vuelta y regreso al refugio Auronzo. Las vistas de las tres cimas por su parte de atrás son impresionantes también. Comienzo ahora el trekking de las Tre Cime di Lavaredo. Continúo en el sendero 101 que me lleva a los refugios Lavaredo y Locatelli. Un día con un tiempo espléndido y con un cielo de un azul intenso. El paseo hasta el primer refugio, pasando por la Cappella degli Alpini (Capilla de los Alpes), es muy cómodo y muy seguro. Una pista muy ancha, llena de decenas de senderistas, que caminan alegremente por estos parajes. Sin duda alguna, este tramo es recomendable para cualquier persona, ya que la pista de tierra lo hace muy accesible. Pocos lugares de tanta belleza tienen esta facilidad de acceso para las personas de movilidad reducida. Y eso es de agradecer.







Dejando a mi izquierda las tres grandes moles dolomíticas, y a 1,7 kilómetros del refugio Auronzo, llego al refugio Lavaredo. Este refugio fue construido en 1954. Gracias a su favorable posición es un excelente punto de aproximación para la mayoría de las ascensiones a las cimas de Lavaredo. Que desde mediados del siglo XIX atraen a escaladores de todo el mundo por sus majestuosas y espectaculares paredes. Buen lugar para tomar un aperitivo, un tiempo muerto para seguir disfrutando del paisaje. Y a la vez recuperar algo de energía para afrontar la pequeña subida que me llevará hasta el collado, al pie de las Tre Cime. Si ya ha sido sorprendente todo lo visto hasta aquí, a partir de ahora las vistas nos dejarán sin aliento. Queda mucha jornada por delante y solamente llevo 2,3 kilómetros cuando he llegado al collado Lavaredo (Forcella Lavaredo).






Parque Natural de las Tres Cimas
Entro de lleno en el Parque Natural de las Tres Cimas, un parque que tiene una extensión de más de 11.000 hectáreas. Donde se encuentran las montañas más famosas de Dolomitas. Las Tre Cime di Lavaredo son todo un espectáculo. Estas montañas, en cuyos alrededores se libraron dramáticas batallas durante la I Guerra Mundial, se formaron en los últimos tres millones de años por la erosión del agua y del hielo. Con su perfil inconfundible, visible solo desde la vertiente que da al Alto Adigio, sus paredes verticales acaban en graveras detríticas. Las Tre Cime di Lavaredo son sin duda las cumbres más emblemáticas de estas montañas (y habrá quien diga que de todo el mundo). A la Cima Grande (2.999 metros), la Cima Piccola (2.857 metros) y la Cima Ouest (2.973 metros) se llega desde cuatro puntos de acceso muy distantes entre si.


Aunque no se tenga ninguna intención de ascender a la cumbre, es imprescindible acercarse a verlas, es un espectáculo que deja boquiabierto. Una vez que diviso en el horizonte el refugio Locatelli, mi próxima parada, decido llegar hasta allí por el sendero que en la imagen de arriba va más alto. El que he trazado con una línea blanca. Fui muy osado y pasé miedo en algún tramo, ya que nunca me acuerdo cuando me lanzo a la aventura, que desde que tuve la parálisis facial, el equilibrio me quedó tocado. Y en algunos puntos lo paso verdaderamente mal. Así que, si tienes algo de vértigo, vete por el sendero de abajo, el 101. Muy cómodo, llano y sin ningún problema. Llego al refugio A. Locatelli 4,2 kilómetros después de haber salido del refugio Auronzo. Es hora de comer tranquilamente y admirar las tres famosas torres.




Terminando el trekking a las Tre Cime di Lavaredo
Llegados al refugio Locatelli toca volver al inicio de la ruta y cerrar el círculo. Pero antes quiero disfrutar de estas magníficas vistas y de los rincones que tengo por aquí. Aparte de la visión de las tres torres, la Cima Piccola, la Cima Grande y la Cima Ouest, en un valle detrás del refugio, en dirección a Punta dei Tre Scarperi, hay dos pequeños lagos, los Laghi dei Piani. Un rincón tranquilo para descansar y tumbarse un rato. Después, de nuevo a explorar. A unos metros está la famosa Gruta de las Tres Cimas, muy conocida por las fotos que aparecen en Instagram a menudo. Un conjunto de pequeñas cuevas desde donde tienes una perspectiva de las tres moles de granito diferente. Pero igual de espectacular. Desde allí comienzo el descenso, ahora por el sendero 105, para llegar hasta un verde prado donde pastan las vacas.




Continúo por el sendero 105 y voy en dirección al refugio Auronzo, dando ya la vuelta a las tres cimas. Dejando a mi izquierda la Cima Ouest. En algunos momentos se ve solamente la parte alta de las tres grandes moles de piedra. Llego a una subida empinada y algo larga que a estas alturas de la jornada me va a costar. Menos mal que voy haciendo paradas y fotos y el tramo se lleva bien. Cuando menos me lo espero estoy ya en Malga Langalm, una cabaña donde paro a refrescarme y tomar algo. Ya llevo 7,5 kilómetros y en poco más de dos estoy de nuevo en el aparcamiento del refugio Auronzo, tras haber pasado por la Forcella del Col de Mezzo. Ya se ve a lo lejos el lago di Misurina, por donde pasaré en unos minutos camino del alojamiento en Cortina d’Ampezzo.





