
Sexta jornada: Lago Pehoé, un merecido descanso
Viernes, 16 de noviembre de 2018
Siempre que vas de viaje pueden fallar los planes. Por eso debes tener siempre un plan B. Ya lo comenté al inicio de la primera jornada. El hecho es que tenía contratada desde casa la navegación por el lago Grey. La reservé por internet en la wed del Hotel Grey. Todo perfecto en el Parque Nacional Torres del Paine. Las etapas, el tiempo, los refugios, los paisajes… Pero no contaba con la variable del viento. Mucho viento. Que impidió durante todo el día de ayer que el catamarán pudiera atracar en el pequeño fondeadero del refugio Grey. Toda la jornada «perdida». Mirando el tiempo continuamente. Pero no pudo ser. Me quedé sin navegar por el lago Grey. No pude acercarme por el agua al glaciar Grey. Menos mal que queda otra oportunidad de disfrutar de un glaciar. En los próximos días: Perito Moreno. Pero hoy la sexta jornada: Lago Pehoé.

Así que la solución fue la que me propuse el primer día. La opción B, la única, por cierto, viable. Volver desde el refugio Grey hasta el Lodge Paine Grande (andando) y allí tomar el catamarán para navegar por el lago Pehoé. En aquel fondeadero se puede atracar sin ningún problema, aunque haya viento. Es otro catamarán distinto. Pero hay que estar antes de las siete de la tarde. Hora de salida. Y llegar hasta la zona de Pudeto. Para allí ya en taxi, a dedo o andando trasladarme hasta la hostería Pehoé. Donde he dormido esta noche por 198,47€ con cena y desayuno incluidos. Pero vayamos por partes, estoy comenzando por el final. Entre la espera para ver si amainaba el viento y la salida definitiva a pie desandando lo que anduve ayer, pude acercarme a echar un último vistazo al glaciar.


Termino mi aventura en el lago Pehoé
Cuando me comunicaron que la embarcación ya no venía en esta jornada, recogí mis cosas y me puse en marcha. Hice exactamente el mismo camino que en el día de ayer. Esta vez con la tristeza de saber que un objetivo me quedaba sin cumplir. Cosas del destino. O, más bien, de la climatología. El caso es que ya estoy en mi último destino en Torres del Paine. El lago Pehoé. Esta jornada en plan relajado. Sin grandes caminatas y sin peso, al dejar la mochila en la hostería. Disfrutar de las excelentes vistas desde mi alojamiento y hacer las visitas de rigor. Aquí se pueden visitar dos preciosas cascadas. No muy grandes pero si con abundante caudal. Excursión a la que se puede acceder en vehículo privado. Es la sexta jornada: Lago Pehoé. Y aquí me despido del Parque Nacional de Torres del Paine. Un sueño realizado.



La espectacularidad de sus formas, agudos filos, distintos colores de roca y paredes extraplomadas, han hecho de este grupo de cerros uno de los más bellos y asombrosos del mundo. Si bien esta zona de la Patagonia reúne varias montañas maravillosas, este grupo destaca sobremanera por sus imponentes formas y dimensiones. El Cuerno Principal es básicamente una pirámide de 3 caras, cruzada horizontalmente por una sección de granito de unos 700 metros de espesor. Tanto la base como la cumbre están formadas de roca metamórfica de origen sedimentario, de ahí la mala calidad de estas secciones, en especial de la cumbre. Estas características hacen de los Cuernos una formación geológica única y extremadamente interesante. Su singular forma fue esculpida tras la continua y prolongada erosión de antiguos glaciares que se desplazaban sobre sus laderas.

Salto Chico y Salto Grande
Al lado del Hotel Explora Patagonia se encuentra una pequeña pero preciosa cascada de aguas azules. Es un pequeño paseo desde la Hostería Pehoé. Al Salto Chico, como se le denomina, se puede acceder de dos maneras. Cruzando el aparcamiento del mencionado hotel. O caminando por unas pasarelas que lo rodean por detrás. Con unas vistas espléndidas del lago El Toro, hacia el que este salto vierte sus aguas desde el lago Pehoé.


Desando el camino de nuevo hacia la Hostería Pehoé para comer tranquilamente y recoger la mochila. Tengo que ir al área de Pudeto para coger el autobús que me lleva a Puerto Natales. Pero antes de regresar he de visitar el Salto Grande. Otra cascada, más grande que la anterior, pero igual de bella. Sorprende por su imponente caudal de agua, de alrededor de 100 m³ por segundo, que descienden a través de una cascada de 10 metros de altura desde el lago Nordenskjöld al lago Pehoé. Cuidado con el viento aquí. Esto es la sexta jornada: Lago Pehoé.



Se acaba mi estancia en el Parque Nacional Torres del Paine. Al final no regreso a Puerto Natales en autobús, a pesar de que tenía la reserva realizada y pagada con Bus Sur. Sale muy tarde por el retraso que lleva el catamarán y hago dedo. Unos amabilísimos alemanes que regresan también a la capital natalina me llevan. Y me dejan en la misma puerta de mi alojamiento. De nuevo por esta noche en el Hospedaje Don Pedro. Termino con las últimos fotos en este parque y la peli de esta jornada. Me voy feliz. He estado una semana en una de las maravillas de este planeta. Sin duda alguna, un sueño hecho realidad.

