Chile,  Circuito W (Chile)

Primera jornada: subida a las Torres del Paine

Sábado, 10 de noviembre de 2018

Primera jornada en el Parque Nacional Torres del Paine. Mi primer objetivo en tierras patagónicas es la subida a las Torres del Paine, un destino que tenía fijado desde hace tiempo. Desde el primer día que vi una foto de ese lugar y me prometí que algún día tenía que ver esa maravilla de cerca. Aquella imagen que observé hace tiempo es la causante de este viaje al sur del continente americano. Todos los vídeos, imágenes y noticias que he visto y leído sobre esta maravilla de la naturaleza me decían que sería una suerte muy grande subir a las Torres del Paine y que el cielo estuviera completamente despejado. Pues ocurrió, me tocó la lotería. Pero, vayamos por partes y narrando la historia desde le principio. Porque esta aventura merece la pena contarla muy bien. Espero que os guste.

Amanecí en Puerto Natales alrededor de las 6 de la madrugada. Con un cielo prácticamente despejado a esa hora y sin nada de viento. No podía ser cierto, me dije, seguro que la jornada se va estropeando a medida que me acerque al Parque Nacional. Pero estaba muy equivocado. El cielo limpio y azul permaneció durante toda la jornada en Torres del Paine. La mañana estaba muy agradable y daba gusto pasear por las pequeñas calles de este pueblo. Con casi veinte mil habitantes, la ciudad de Puerto Natales fue fundada en 1911, siendo uno de los más importantes centros urbanos dentro de la Patagonia. Ubicada al norte de la región y emplazada entre el océano Pacífico y el territorio argentino, Puerto Natales cuenta con una maravillosa geografía de desiguales relieves, valles, fiordos, archipiélagos y el misterioso blanco de los campos de hielo.

Comienza la primera jornada

Fui caminando desde el Hospedaje Don Pedro, alojamiento en el que me quedé esa noche a descansar del viaje desde Madrid, hasta el Rodoviario (que significa estación de autobuses y, curiosamente, procede del portugués) de Puerto Natales. Un hostal cuidado, limpio y muy cerquita de dicha estación. Y que por 24.000 pesos chilenos (31€) me incluyó el desayuno. La verdad es que la atención de don Pedro es excelente y su amabilidad continua. Estamos ya en la primera jornada: subida a las Torres del Paine. En la estación volví a coger un autobús de la empresa Bus-Sur. La misma con la que llegué a esta localidad natalina. Salida a las 7 de la mañana, 8.000 pesos chilenos (11,89€) y llegada prevista a la terminal de Laguna Amarga a las 9. Es decir, apenas dos horas de viaje desde Puerto Natales hasta el Parque Nacional de Torres del Paine.

Llegando a Torres del Paine

A medida que me iba acercando al destino iba haciéndome a la idea de que el día iba a ser de los buenos. Había tenido mucha suerte y las nubes de primera hora de la mañana estaban desapareciendo hasta dejar el cielo de un azul inmaculado. Antes de las 9 ya estaba observando a lo lejos la majestuosidad de las famosas torres. Y ahora toca espabilar. Ya estaba a punto de ingresar en el Parque Nacional de Torres del Paine. Estaba verdaderamente emocionado. Ya veréis que no era para menos.

Recomendación: una vez que llegue el autobús a Laguna Amarga baja del mismo cuanto antes. Hay que ir a pagar la entrada al Parque Nacional (21.000 pesos para los extranjeros y en metálico). Tienes que rellenar la hoja de ingreso al mismo, por lo que hay que darse prisa para evitar las aglomeraciones y las colas para efectuar ese trámite. Así, si terminas pronto, serás de los primeros en tomar otro autobús (otros 3.000 pesos y también en metálico) que en pocos minutos te deja en la zona del Refugio Central. También tienes la alternativa de ir andando hacia la zona del refugio y el camping. Pero si quieres ahorrarte ese esfuerzo y comenzar la caminata con algún kilómetro de menos, te recomiendo la opción del bus.

Debajo os dejo los horarios de la línea regular que existe dentro del Parque Nacional, en el caso que de hagáis una visita de una jornada. Fijaos que son de la temporada 2018-2019, por lo que te aviso de que actualices esa información cuando llegues a Puerto Natales. Si vienes con un coche, todo mucho más cómodo. Pero os faltará la aventura. Siempre os recomendaré que hagáis alguno de los circuitos de senderismo que tienen aquí. Son impresionantes.

Horario autobuses al refugio Cerro Paine de Torres del Paine.

Circuito W en Torres del Paine

En mi caso esa aventura es el Circuito W, al que voy a dedicar los próximos días yendo de refugio en refugio. Deciros que también existe la opción del Circuito O, más largo y exigente. Y también añadir que la alternativa que yo hago puede comenzarse por el lado contrario (Grey) y terminar con la famosa subida al mirador Base Las Torres. También tengo al plan B, por si acaso no sale la opción A. Todo es posible cuando estás de viaje y más vale prevenir que curar. Como ocurre con los seguros. Este año contraté el Seguro Total Sports, con InterMundial. Una cobertura realmente formidable. Algo importante a tener en cuenta en esta primera jornada de subida a las Torres del Paine que estoy a punto de comenzar.

Arriba he dejado dos mapas del circuito. En la primera imagen se pueden ver todas las excursiones que yo quería realizar y que contaré en este diario. Y en la segunda, todo lo que al final realicé. Pero sigamos con la narración de este día. Ya voy en el autobús, camino del Refugio Torre Central (reservas de todos los refugios en las dos únicas empresas que trabajan en el parque: Fantástico Sur y Vértice Patagonia) y el día no puede ser mejor. Continúa ese espectacular cielo azul sin la presencia de nube alguna, pero, también, con ausencia total de viento. Algo inaudito en la Patagonia. Por lo que puedo estar bastante contento del regalo que hoy la madre naturaleza me está ofreciendo. Sin duda alguna contemplar estos paisajes con este clima es muy gratificante.

Comienza la subida a las Torres del Paine

Desde el Refugio Torre Central puedo contemplar la majestuosidad del Monte Almirante Nieto, que deja ver a su lado un intento de las torres por asomarse a la vista de los recién llegados. Después de dejar todas mis cosas en la habitación (mixta, con 4 literas) y conectarme a la wifi de pago (5€/1 Hora) para dar noticias a la familia, emprendo la marcha en esta primera jornada. Es el inicio de la subida a las Torres del Paine. Las ganas por ponerme a caminar son terribles e inevitables, como siempre que salgo a la montaña. Parece que el objetivo está tirando de mí como un imán. Tenía unas ganas locas de dejar todo mi equipaje en la habitación, coger la mochila y salir pitando. La impaciencia típica del viajero, como si el paisaje y todo lo que voy a ver estuviera a punto de desaparecer.

Comienza la Etapa 1: Torres del Paine.

Por delante 18 kilómetros en total para subir al lugar que me ha traído hasta la parte más austral del continente americano. Esta exigente excursión es merecedora de toda la fama que atesora. Me descargué el track de este sendero y llevé conmigo mi GPS pero no me hizo falta en ningún momento. Ya no solo por la excelente señalización sino también por la cantidad de gente que transcurre por aquí. La pérdida es totalmente improbable, sobre todo con un día como el de hoy. Tras cruzar el río Ascencio caminaré dos kilómetros y medio, en continua subida. Hasta alcanzar el paso de los vientos, a 480 msnm. Desde allí tendré una hermosa vista panorámica de la pampa, los lagos en el sector sur y del valle mismo.

Parada en el campamento El Chileno

En este punto descenderé hasta el campamento El Chileno. La vegetación hasta ahí corresponde al matorral pre-andino y cambiará completamente, ya que me internaré en un antiguo bosque de lenga. Por el que ascenderé suavemente hasta llegar a la morrena del Glaciar Torres (a 600 msnm). Hasta aquí la verdad que no me ha supuesto un gran esfuerzo, realmente es un paseo bastante agradable. Lo más duro está a punto de comenzar. Al salir del bosque me quedará un último ascenso, caminando aproximadamente unos 45 minutos en subida. El sendero me llevará hasta el mirador Base de Las Torres (a 870 msnm). Los tres gigantes de granito estarán frente a mí, es el mejor premio al esfuerzo realizado en el último kilómetro. Una auténtica maravilla que estoy a punto de descubrir.

Ya asoman las famosas Torres del Paine.

El tramo final es bastante duro, sobre todo porque ya llevas 8 kilómetros en tus piernas de continua, aunque no muy exigente, subida. Y has tenido que pegarte un buen madrugón para llegar pronto al Parque Nacional. Ten en cuenta tu forma física y el peso de tu mochila a la hora de afrontar los últimos metros. Por lo que es muy importante que vengas bien preparado a realizar esta excursión. Una vez que dejas atrás las últimas grandes rocas del sendero antes de entrar en el mirador Base de Las Torres, debes de pararte, coger aire y abrir bien tus ojos para disfrutar con lo que te vas a encontrar. Es una sensación impresionante que debes disfrutar con los cinco sentidos bien preparados. Adelante, da unos pasos más y ya lo tienes frente a ti. Sencillamente impresionante, no se puede describir con palabras.

Torres del Paine

Torres del Paine

Llegada al mirador base de las Torres

El espectáculo visual es asombroso, y gracias al día tan espléndido que he tenido, sin una sola nube en el cielo, la maravilla que estoy observando es todavía más impactante. En esta zona ya te encontrarás con mucha más gente que durante el sendero. Todos aprovechamos el momento para reponer fuerzas y comer nuestro bocadillo. Para continuar en la zona haciendo miles de fotos y, sobre todo, formar parte por unas horas de este paisaje. He de decir que estuve en el mirador tres horas y me costó irme de allí. La paz y la tranquilidad que me aportaba aquella vista era inenarrable, no me apetecía moverme. Me hubiera quedado allí más horas sin duda alguna, pero había que regresar. La noche se te puede echar encima y no es cuestión de pasar apuros.

Torres del Paine

Pero había que regresar al refugio y desandar lo que había caminado previamente, muy a mi pesar. Había contemplado una de las maravillas del mundo que tenía como objetivo hace años y me resistía a dejar de admirar. No en vano el Parque Nacional Torres del Paine, fue declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco y elegido la octava maravilla del mundo en 2013 por Virtual Tourist, en un concurso en el que recibió más de cinco millones de votos. Esto ha hecho que se haya consolidado como un atractivo turístico y también como un ejemplo de conservación de la naturaleza. Un entorno privilegiado al que uno de los primeros visitantes definió como “uno de los más espectaculares paisajes que la imaginación humana puede concebir”. Y creo que se quedó corto.

Torres del Paine

Un auténtico espectáculo

Las cumbres más conocidas de la cordillera Paine son las tres que corresponden a las Torres del Paine. Estos son gigantes de granito modelados por la fuerza del hielo glacial. La Torre Sur o D’Agostini (2850 msnm), con buenas condiciones climáticas puede verse desde la cara sur del macizo, entre los Cuernos y el Monte Almirante Nieto. Su primera ascensión fue realizada por la expedición italiana guiada por Armando Aste. La Torre Central (2800 msnm) fue escalada por primera vez el 16 de diciembre de 1963 por los británicos Chris Bonington y Don Williams,​ y la Torre Norte o Monzino (2600 msnm), por el italiano Guido Monzino.

Torres del Paine

Historias de montañisno

Muy interesante al respecto de las primeras ascensiones a estos tres picos es un artículo que encontré navegando por internet, del que os dejo un extracto y que podéis leer completo aquí:

Es, empero, el año 1963 el que aportará las mayores novedades para el montañismo: en la zona de las Torres del Paine se han dado cita algunos entre los mejores escaladores del momento, que llevan la intención de conquistar la Torre Central y de llevar a cabo otras hazañas. Por una parte están los ingleses, guiados por la terrible y celebérrima pareja de montañistas formada por Christian Bonington y Donald Williams, el «Príncipe Negro».

Por la otra, están los italianos de la expedición organizada por la Sección de Monza del Club Alpino Italiano y encabezada por Giancarlo Frigen. Del grupo forman parte algunos de los mejores escaladores de la época, como Armando Aste de Rovereto, Vasco Taldo, Nando Nusdeo, Josue Aiazzi y Carlo Casati de Monza, célebres por las dificilísimas rutas abiertas en las Dolomitas y en los Alpes Centrales. El desafío se concentra en torno a la Torre Central, la más imponente y difícil, meta obvia y necesaria para hombres de probada capacidad técnica y de excepcional temple.

Sueños hechos realidad

Con este artículo de mi diariodeandar que estoy escribiendo en estos momentos, me ocurre lo mismo que cuando estuve en esta maravilla de la naturaleza. No me apetece dejar de escribir ni de poner fotos, pero he de terminar. Sigo igual de emocionado que cuando visité este lugar. Después de varias revisiones, la última cuatro años después del viaje, sigo asombrado por lo que vi aquellos días. Sería maravilloso volver a Torres del Paine. Quién sabe. La vida da muchas vueltas. Dejo las últimas imágenes que capté y al final, como siempre, el vídeo que hice de esta jornada. Disfrutad. Y ya sabéis, si os gusta la pequeña peli que he hecho de esta jornada: a suscribirse en mi canal de Youtube. Muchas gracias y os espero por aquí. Hasta pronto.

Da mucha alegría llegar a lugares que antes sólo había visto en televisión o por internet y esto hace que el ánimo esté en todo lo alto. Por eso siempre hay que echar una última mirada a tu alrededor y empaparte de ese paisaje tan dulcemente abrumador. Y dar gracias a que la vida y la naturaleza te han permitido disfrutar por un momento de algo tan fantástico. Cualquier pena desaparece cuando tienes delante algo tan majestuoso. Aquí termina mi primera jornada en Torres del Paine.

Última mirada a las Torres del Paine.

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