Senda Pirenaica. Etapa 10: Sallent de Gállego – Panticosa

Senda Pirenaica. Etapa 10.
Senda Pirenaica. Etapa 10.

Jueves, 26 de julio de 2018

Después de mucho pensarlo, me salto esta etapa. Preguntando en el pueblo por el estado del terreno en el collado de Tebarray me dicen que está complicado. No puedo arriesgar. Y mis problemas con el equilibrio por mi enfermedad lo dificultan aún más. Una pena. Pero hay que prevenir. Por lo que descanso otro día. Después de la durísima Etapa 9 de ayer. Siempre, en la montaña, es mejor prevenir que curar. Aunque pongo la Senda Pirenaica etapa 10 aquí, para seguir un orden cronológico, realmente la hice en agosto. Cuando volví a los Pirineos para hacer las dos etapas que me salté por prevención. Como me ocurrió con la Etapa 6.

Dejo el pueblo de Sallent de Gállego con la mente puesta en la gran Senda Pirenaica etapa 10 que me espera hoy. Dicen que es una de las etapas reina de esta Senda Pirenaica. Voy a realizar en una jornada lo que normalmente se hace en dos etapas, veremos cómo termino. Me siento con fuerza y muy animado. Madrugo para que no se me eche el tiempo encima. Este pueblo es uno de los que más me ha gustado. De todos los que llevo vistos desde que comencé en el cabo de Higuer. Algún día tendré que volver, acompañado y sin pegarme estas palizas.

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La etapa reina de mi Senda Pirenaica

Salgo del pueblo por una pista que discurrirá inicialmente paralela al río. Anoche llovió y el terreno está algo mojado. Pero perfecto para caminar. Después de unos minutos se toma un cruce a la izquierda. La pista se vuelve senda y se enlaza con la carretera que asciende al embalse de la Sarra. Continuaremos un corto trecho por ella hasta llegar al mismo. De momento el esfuerzo es suave y no hay ninguna complicación, ideal para un perfecto calentamiento de las piernas.

Por senda (paso por un bonito túnel que han formado las ramas de los avellanos) y siempre por la margen oeste del embalse, llego a su cabecera. Estoy en la entrada a la reserva de la biosfera Ordesa-Viñamala (Vignemale en francés). En la otra orilla hay un pequeño aparcamiento y un bar-restaurante. Dejamos atrás, sin cruzar, el puente de las Faxas y poco después una explanada recreativa (Plana Tornadizas). He visto un montón de carteles anunciando y avisando de todo lo que nos espera desde este punto.

Subiendo hacia del refugio de Respumoso

El sendero se introduce en el bosque y remonta el valle de Aguas Limpias por la margen derecha. Se cruzan varios barrancos (Bocitero, del Ministirio, de Balsaroleta y del Garmo Negro) hasta llegar a una zona de grandes cortados llamada Paso del Onso. Hay una barandilla pero está caída en un pequeño tramo. Da un poco de miedo, impone la altura desde allí. Pero las vistas cada vez son más espectaculares.

Después se pasa el Llano Cheto donde confluye con el barranco de Arriel (cruce a Ibones de Arriel que no sigo). Avanzo remontando el valle paralelo al río. Aunque de momento la jornada está siendo suave, la senda se endurece un poquito. El agua cae de la ladera de la montaña y comienzo a ver restos de nieve del pasado invierno. Y estamos en agosto. El valle se abre por fin y diviso majestuosa la presa del ibón de Respomuso. Paso junto a la ermita de la Virgen de las Nieves (junto a la presa) y continúo bordeando el embalse por la margen derecha. Ya las vistas comienzan a ser tremendamente impactantes.

Los mejores mapas

Descanso largo en el ibón de Respumoso

Llego al refugio de Respumoso menos cansado de lo que yo esperaba. No hay nadie. Ni siquiera está abierto todavía. Los senderistas y montañeros que pernoctaran anoche ya se han ido. O bien hacia Panticosa, o bien hacia Sallent. Las vistas que aparecen son preciosas. Ha merecido la pena esta prolongada subida. Pero me queda lo mejor, según me ha dicho todo el mundo. Así que a espabilar. No tengo que quedarme helado, como una marmota. Sigo en la Senda Pirenaica etapa 10.

Aprovecho para hacer una pequeña parada. Viendo que es la hora de apertura del refugio, me pido un buen bocadillo para afrontar la segunda parte de la jornada con fuerza. Muy curioso lo del banco de madera al lado del refugio de Respumoso. Me hubiera estado allí toda la mañana. ¡Qué maravilla de vistas! Termino de reponer fuerzas. Estoy a 2.200 metros de altitud y todavía tengo que ascender 500 metros más. El collado de Tebarray me espera. Ya estoy impaciente. Pero si quieres dejarlo para otro día, quédate en el refugio. Un saco de dormir y mañana será otro día.

Hacia lo más alto de la Senda Pirenaica

Después del descanso sigo el camino. La senda continúa bordeando el embalse. Cerca se encuentra también el refugio de Alfonso XIII (en ruinas). La senda desciende hasta la cola del embalse. Donde desemboca un riachuelo que sigo aguas arriba en busca del mejor lugar para cruzarlo. Me dirijo dirección sur-sureste, siguiendo el valle, que se abre a la derecha de los picos de Campo Plano (2.721) y la Llena Cantal (2.941) fácilmente reconocibles por su silueta piramidal.

La senda discurre entre praderas surcadas por el arroyo de Aguas Limpias hasta el ibón de Llena Cantal. Para continuar por pedreras y algún que otro nevero todavía en esta época del año. Echo la vista atrás y me sigue sorprendiendo tanta belleza. Pero viene lo mejor. El giro a la derecha hacia el collado de Tebarray es brutal. No te lo esperas. De golpe. Como una bofetada. Agreste. Rocoso. Echaré la mano al suelo en varias ocasiones para llegar a lo alto del collado. El piolet y los crampones son totalmente necesarios si hay nieve, ya que el desnivel ronda el 40%. Por eso no intenté esta subida en julio. Gracias al cable de acero que hay en los últimos metros, culminar el ascenso hasta los 2.771 metros se hace más fácil. Objetivo cumplido.

Senda Pirenaica. Etapa 10.

Senda Pirenaica. Etapa 10.
Senda Pirenaica. Etapa 10.

Un objetivo que anhelaba conseguir

En lo más alto donde yo haya subido andando, disfruto inmensamente de las vistas que estoy observando. ES ALUCINANTE. Me maravillo de lo que acabo de conseguir, a pesar de mis dificultades con el equilibrio. Pero ha merecido la pena. Desde aquí se puede ascender con poco esfuerzo al pico de Tebarray (2.916m), pero eso ya es demasiado para mí. La senda discurre por la ladera izquierda, entre canchales, bordeando el ibón de Tebarray. Para llegar al Cuello del Infierno (2.721m), bajo los Picos del Infierno (3.082m), cuya ascensión se puede hacer desde el collado.

Inicio el descenso por el barranco de Piedrafita. De frente, a lo lejos, se divisa la mole del Vignemale. Aparece una corriente de agua,.Discurro paralelo hasta los ibones Azules (cabaña metálica precaria). Los dejo a la derecha y continúo descendiendo hacia el ibón de Bachimaña Alto. Ya observando las nubes en el cielo con más preocupación. Hasta este momento el día ha sido claro y sin peligro de lluvia. Pero la oscuridad que voy viendo en frente de mí, me asusta un poco. Es lo que más miedo me da en la montaña. Acelero la marcha para ver si llego cuanto antes al refugio de Bachimaña. Esto es la Senda Pirenaica etapa 10.

Senda Pirenaica. Etapa 10.

Camino de Panticosa

Alcanzo el ibón Inferior de Bachimaña (2.175m) y lo dejo a plena carrera a la izquierda. Llego a otra presa más pequeña, aquí se encuentra el refugio de los ibones de Bachimaña. Llego justo a tiempo de estallar las tormentas, una por el este y otra por el oeste. Recupero un poco y cuando lo peor ha pasado, y lloviendo todavía, reanudo la marcha. Me quedo con ganas de pedirle al del helicóptero que acaba de traer víveres para el refugio que me baje hasta Panticosa.

Pasados los ibones se encuentra la cascada del Fraile, desde donde un fuerte descenso me lleva al Balneario de Panticosa (1.640m). Un complejo hotelero, balneario, refugio de montaña, tiendas de souvenirs… Parece increíble que hayan hecho todo eso aquí arriba. Y lo que se dejaron a medias, una pena ver esos muros de hormigón abandonados a la intemperie. Pero ya sabemos que la codicia del ser humano es incontenible, esperemos que algún día no tengamos que pagarlo. Nos lo habremos merecido.

Doce horas exactas después he llegado a mi destino. Si, estoy reventado, pero la experiencia ha sido espectacular. No me arrepiento de haberme decidido a hacerla a pesar de mis limitaciones físicas. Era algo que tenía pendiente desde julio. Y estoy muy contento por haberlo conseguido. Y por haber vuelto a los Pirineos. A continuación os dejo las pelis de esta jornada. He hecho dos para que no se hagan muy largas, y poder verlas tranquilamente, disfrutando como yo lo hice de estos maravillosos paisajes del pirineo aragonés. Ahora a descansar, al Balneario de Panticosa, por 62,10€ sin desayuno. Qué bien me van a sentar el baño y la cena.

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