Etapa 26: O Cebreiro – Triacastela

Etapa 26 del Camino de Santiago
Etapa 26

Galicia me recibe en esta etapa 26 del Camino de Santiago. Por el cielo vamos a continuar durante un par de horas, a través de parajes de suaves perfiles henchidos de verde. Tras el alto do Poio, un largo y cómodo descenso acerca los pasos hasta Triacastela. Por el Camino, el peregrino podrá apreciar de qué manera ha dado un vuelco el paisaje geográfico y humano de la ruta jacobea. La Galicia más rural y desconocida surge ahora detrás de cada bosque de carvallos (robles) o junto a cada una de las docenas de aldeas de piedra que restan hasta Santiago. Nada que ver con aquellas planicies ocres de Castilla o los pueblos bulliciosos de la llanura riojana o navarra. Es la ruta milenaria, la única que existió durante siglos. La Galicia dulce, armónica y pausada se ofrece a partir de este punto como regalo exclusivo para el caminante.

Etapa 26

Miércoles, 19 de julio de 2017

Con esta etapa 26 comienzo la última parte de mi Camino de Santiago. Os dejé en abril con la hermosa, espectacular y agotadora subida de 7 kilómetros a O Cebreiro. Así que desde este pequeño pero mítico enclave de la ruta jacobea vuelvo a mis andares. Era la Etapa 25. Pero antes de nada tengo que dar las gracias a los Trip Eros (la Duodécima cayó chicos) por sus regalos el día de mi cumple (5 de julio), muy agradecido bribones. Daré buen uso a mis Salomon y tendré buena lectura por las noches. Por lo que debajo os dejo el enlace por si queréis unas botas estupendas, tanto ella como él. En una ruta de varios días, o semanas, como el Camino de Santiago, es fundamental que los pies vayan bien protegidos. Y cuidados. En las etapas anteriores a ésta pequé de excesiva confianza en mis posibilidades y sufrí.

Etapa 26
Pincha en esta imagen si eres chica
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Ayer me dejó el autobús en Pedradita do Cebreiro (dejé el coche en Palas de Rei). Tuve que llegar hasta O Cebreiro caminando los 4 kilómetros que separan ambas poblaciones. Por la carretera me encontré con Josu y Borja, dos universitarios de Bilbao, que con sus camisetas del Athletic me llamaron la atención. Dos tíos muy majos con los que enseguida entablé una agradable conversación. Todo hacía presagiar que seguramente íbamos a compartir buenos momentos en los próximos días. Así fue. Juntos llegamos hasta Santiago de Compostela. Y, a día de hoy, ya en 2022, sigo teniendo contacto con ellos. Es una de las cosas que más me gusta del Camino, conocer a gente estupenda. Esta etapa 26 del Camino de Santiago la recordaré principalmente por conocer a estos chavales tan majos. Vamoooos.

Etapa 26 del Camino de Santiago

Muy cerca ya de Santiago en esta etapa 26 del Camino de Santiago

El 18 de julio de 2016, en Saint Jean Pied de Port, escribí mis primeras letras en esta aventura y un año y un día después continúo con esta historia. He dejado atrás Francia, Navarra, La Rioja, Castilla y León. Ahora me adentro de pleno en estas añoradas «terras galegas» que me traen tantos recuerdos. En esta etapa 26 me sumerjo en la tierra de Santiago, la de la niebla y el orballo, la de los sube y baja continuos, la de bosques de robles y castaños, la de las vacas… Estamos a pocos kilómetros del final. Solamente me ha llovido un día desde Saint Jean. Fue entrando en León, allá por la Etapa 19. En la jornada de hoy no ha sido una lluvia intensa y fuerte, sino el famoso «orballo» que se explica más arriba. Pero aquí nadie te asegura el buen tiempo, ni en verano.

Etapa 26 del Camino de Santiago

Y esa neblina y esa llovizna nos han acompañado casi toda la jornada. No hemos visto el sol hasta la llegada a Triacastela y ya después de comer, pero las sensaciones han sido de nuevo estupendas. Todo preparado desde bien temprano. Ya tenía reservado desde Semana Santa en el Hotel O Cebreiro y después de una noche tranquila y relajada el cuerpo estaba bien descansado. Qué diferencia la aldea de ayer por la tarde, soleada, con el bullicio de peregrinos y turistas, a la que me encuentro al despertarme. Un O Cebreiro totalmente silencioso, con poca gente y cubierto por la niebla. Los hermosos contrastes del Camino. En esta ocasión no olvido una buena preparación de los pies, siempre me doy crema en ellos y bien repartida entre los dedos. Es importante no solamente que no aparezcan ampollas sino que tampoco salgan llagas entre un dedo y otro.

Etapa 26 del Camino de Santiago

Dejo atrás O Cebreiro en la etapa 26 del Camino de Santiago

Saliendo de O Cebreiro tomamos una senda muy cercana a la carretera que nos arropa con sus hayas, acebos y demás catálogo de especies atlánticas. El primer alto, el alto de San Roque, no tarda en llegar. Al otro lado de la LU-633, a 1270 metros y ante una amplia panorámica, se alza la plástica escultura de un peregrino medieval que avanza contra el viento. Cinco kilómetros después afrontamos una durísima aunque breve cuesta por la que alcanzamos el alto do Poio. Un bar-albergue y un mesón reciben estratégicamente a los caminantes, ansiosos por estabilizar su ritmo cardiaco tras semejante acelerón. Allí es donde nos encontramos por primera vez con el grupo de norteamericanos que nos va a acompañar hasta el objetivo final. No tienen mucha idea de castellano pero nos entendemos con ellos como podemos. Otra de las cosas interesantes del Camino.

Etapa 26 del Camino de Santiago

Algo también positivo en esta etapa 26, una jornada pasada por agua, que me ha dado la oportunidad de estrenar toda mi equipación impermeable. La tenía sin utilizar desde que la compré el año pasado. Tras ascender el puerto del alto do Poio, la máxima altitud del Camino en Galicia y la segunda en todo el recorrido, y vencer el gran desnivel de quinientos metros, a la vera de la escultura de san Roque, terminamos nuestro descanso. Luchando contra el viento, descendemos hacia Fonfría, la Fons Frigida que se formó en torno a una fuente de aguas gélidas. La aldea llegó a tener un hospital, el de santa Catalina, donde los peregrinos encontraban gratis «lumbre, sal, agua y cama con dos mantas». Y los enfermos «un cuarto de pan, huevos y manteca».

Etapa 26 del Camino de Santiago
Etapa 26 del Camino de Santiago

Descanso en Triacastela

La Galicia más desconocida, rural, dulce, armónica, pausada y mágica se abre paso en este tramo. La senda milenaria transcurre junto a la cresta de las cumbres y por entre bosques de carvallos hasta O Biduedo. Balcón de las colinas gallegas y donde se encuentra la iglesia más pequeña del Camino. Antes de alcanzar Triacastela, en As Pasantes hallaremos un antiguo lugar de poder, enclave mágico, paraje de cultos a la diosa Tierra, un centenario, majestuoso y vigoroso castaño. No nos queda nada para nuestra meta en esta jornada. Y comienzan a verse algunos claros en el cielo. Parece que la neblina nos abandona y aparecen los primeros rayos de sol. Las primeras noticias de Triacastela están relacionadas con el conde Gatón, fundador del cercano monasterio de san Pedro y san Pablo, del siglo IX. Hacia allí van nuestros pasos.

Llegamos a la localidad de Triacastela y entramos a ella por la rúa Peregrino. Una recta paralela a la LU-633. La ciudad de los tres castillos -de los que no quedan ni ruinas- es el final de la undécima etapa del Codex Calixtinus. Las crónicas medievales cuentan cómo llegaban hasta aquí los comerciales de los posaderos de Santiago, quienes haciéndose los encontradizos, recomendaban a los peregrinos sus establecimientos, en muchos de los cuales luego se les timaba o estafaba. Triacastela todavía basa parte de su desarrollo económico en las peregrinaciones -lo demuestra el alto número de bares, restaurantes y hostales-, además de en la extracción de caliza, como también ocurría en época medieval. Los peregrinos solían llevar desde aquí una piedra de cal para contribuir a la construcción de la catedral de Santiago.

Una jornada menos para llegar a Santiago

En esta pequeña localidad termina la etapa de hoy. Aquí me espera mi alojamiento, la Pensión-Albergue Lemos, 45€ la noche con desayuno. Dejo los enlaces de otros alojamientos en Triacastela, después la peli de esta etapa 26. Y, al final, un pequeño vídeo de alguien que hace el Camino a su manera. Si os gusta, ya sabéis, SUSCRIBIRSE. Y dejad algún comentario. Buen Camino.

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