Senda Pirenaica. Etapa 8: Selva de Oza – Candanchú

Senda Pirenaica. Etapa 8

Lunes, 23 de julio de 2018

Después de la hermosa Etapa 7 de ayer, otra igual de bonita esta Senda Pirenaica etapa 8. Porque vuelvo sobre mis pasos de ayer para dirigirme hacia Aguas Tuertas. Junto al puente, unos carteles informan sobre las ruinas de la casa de la Mina (antigua casa de Carabineros) y sobre el GR65.3.3. Una variante del Camino de Santiago a través del puerto del Palo. En este punto, sigo la pista a la derecha y voy hacia Aguas Tuertas y Candanchú. Este tramo es cómodo y nada costoso, un camino muy agradable y con un tiempo estupendo, por lo que voy disfrutando del camino.

Los mejores mapas

El valle de Aguas Tuertas es sin lugar a duda uno de los valles más pintorescos del Pirineo. El río zigzaguea dibujando meandros imposibles a través de una idílica pradera rodeada de montañas. Es un lugar que desprende una serenidad y una paz incomparables. La senda remonta el valle por la margen izquierda hasta la cabecera. Donde recibe las aguas del barranco de la Rueda. Poco antes, la senda gira a la izquierda (Este) y se dirige a cruzar el río -no siempre sencillo- camino del puerto de Escalé (1.660m).

El espectacular ibón de Estanés

Un cartel señaliza a la izquierda el paso de Escalé. A la derecha el ibón de Estanés (1.755m). Se sube hasta un collado (1.890m) y se inicia un corto descenso. Deberemos prestar atención a la señalización -especialmente con niebla- para no descender al ibón. Ya que para rodearlo habrá que seguir a media ladera, a fin de evitar las paredes que lo rodean por este lado. Una vez en la orilla, se puede disfrutar de la tranquilidad que emana de sus aguas, se está de maravilla allí, dan ganas de acampar y quedarse todo el día. Me dirijo al collado que hay al este del ibón. Comienzo el descenso. El sendero comparte trazado con otros recorridos que descienden hacia el aparcamiento de Sansanet.

Ya en la bajada deberemos prestar atención en tomar un giro a la derecha antes de llegar a la frontera. Por lo que la senda se introduce en el bosque de Sansanet, una zona tranquila y sombría, y sigue a media ladera sin perder altura. En ocasiones resulta difícil caminar, podemos encontrar algunos neveros a principios de verano. Algunos años la senda ha sufrido algunos desprendimientos. Pero lo peor de todo está por llegar, el paso por la Chorrota de Aspe. Sin duda alguna, el peor momento de todos los que he vivido en lo que llevo de travesía. Porque aquí el equilibrio juega un papel fundamental. Y el poco espacio en el sendero es evidente. Sigo indemne en esta Senda Pirenaica etapa 8.

Un paso muy peligroso

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Se deja atrás la Chorrota de Aspe. Sin duda alguna, he pasado muchísimo miedo, y también he corrido serio peligro. Era arriesgado pasar por aquí y lo sabía, pero no me pude aguantar, aunque a veces hay que saber aguantarse. Pronto se sale a terreno despejado. Después sólo resta una corta subida hasta el collado de Causiat (1.630m), frontera y pistas de esquí, y un suave descenso hasta Candanchú (1.550m). Una localidad fantasma en esta época del año, totalmente distinta de la estación invernal, en la que miles de personas inundan estas montañas.

Sin duda alguna una etapa espectacular. A pesar del miedo que he pasado, ha merecido la pena. El final en la «abandonada» Candanchú me llamó la atención. Pero no cuento nada más y os dejo la pequeña peli que he hecho. Espero que os guste. Ahora toca el programado descanso de un día en esta estación. Dos noches en el Hotel Edelweiss, por 102€ con desayuno incluido. La verdad que fue un lujo, porque estaba yo solo en el hotel. Todos los empleados a mi disposición.

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