Senda Pirenaica. Etapa 31: Planoles – Queralbs



Viernes, 19 de agosto de 2022
Me traslado desde el lugar de mi alojamiento hasta la salida de la etapa en taxi. Ya comenté ayer que los apenas dos kilómetros desde el camping hasta el hotel son peligrosísimos. Hay que ir obligatoriamente por carretera y no hay arcén ni espacio para caminar, y mucho tráfico. Así que lo primero es lo primero: la seguridad. De esta manera comienzo la etapa 31 de mi Senda Pirenaica. Dejo atrás el Hotel Restaurant Can Cruells, donde he pasado la noche (150€ la comida de ayer, la cena, el alojamiento y el desayuno). Inicio la caminata en el camping Can Fosses, en el mismo punto donde dejé el GR11. Al instante comienza la subida, tengo que llegar hasta el refugio Corral Blanc. Me esperan algo más de dos kilómetros de dura subida. Con una mañana espectacular en la que, de momento, no se ve una sola nube.

El sendero se introduce en el pinar, con una pendiente algo empinada y constante a lo largo de la subida. Vamos a encontrarnos en varias ocasiones con la carretera que llega hasta el mismo refugio, la cruzaremos tres o cuatro veces. Pero no se te ocurra seguirla, se desvía muchísimo y darías una vuelta enorme. Aparte de que te meterías una buena paliza por el asfalto. Justo antes del refugio, paso por una zona de merenderos en la que hay un par de fuentes. La zona es muy bonita y en esta época del año está muy frecuentada por familias con niños, puesto que es muy sencillo llegar hasta aquí. Pasado el refugio hay un pequeño aparcamiento donde dejar tu vehículo. Allí comienzan un montón de rutas que te llevan a distintos puntos de interés. Dos de ellos: el collet de les Barraques y la font de L’Home Mort.


Avanzo en esta etapa 31 de la Senda Pirenaica
El paseo aunque es empinado es cómodo. Las marcas del GR11, como siempre desde que entré en Cataluña, son escasas. Pero por la zona del pirineo de Girona, todavía peor. No sé cuál será el motivo, pero si no hubiera venido con GPS, me hubiera perdido un montón de veces. Teniendo en cuenta que es una ruta realizada por un montón de senderistas y amantes de la montaña, no estaría mal un repasito a las señales. En un par de kilómetros ya estoy en el refugio Corral Blanc, poco más de una hora porque la pendiente era pronunciada. Las vistas desde allí son preciosas. Y más en un día tan despejado como el de hoy, con un cielo de un azul intenso. Sigo en plena comarca del Ripollés, una comarca que se caracteriza por sus grandes montañas, como el Puigmal (2.913 metros) o el Pico del Infierno (2.869 metros).

En menos de un kilómetro, y en una subida cómoda, llego al punto más alto de la corta etapa 31 de la Senda Pirenaica. Es el collado de Les Barraques, a 1.900 metros de altitud. A partir de este punto ya es todo bajar hasta Queralbs. Me encuentro con más senderistas tras pasar el collado y con algunos indicadores de Itinerànnia. Una red de senderos de 2.500 kilómetros, entre las comarcas del Ripollès, la Garrotxa y l’Alt Empordà. Justo las tres comarcas que voy a recorrer hasta el final en el cap de Creus. Los carteles de Itinerànnia te llevan hacia Planoles, la mina Saragossa, Vilamanya, Queralbs o Núria. El entorno es privilegiado y las vistas espectaculares. No me extraña ver tantas familias de paseo por aquí. Disfrutar de la montaña y el medio ambiente es algo maravilloso para hacer solo o en compañía.


Llegada a Queralbs
Me dirijo ya por un sendero muy cómodo hacia la font de L’Home Mort. Un descenso muy sencillo de apenas dos kilómetros. Me encuentro con el río de Tosa, que lleva menos agua de lo normal por culpa de la gran sequía de este verano. Una pasarela con las marcas del GR11 atraviesa el río y cruzado este en una roca nos señalan la variante GR11.8 que se dirige a Núria. El GR11.8 llega a Núria por el collado de Fontalba. Dejando a la izquierda el Puigmal y sin pasar por Queralbs. No sigo esa dirección y continúo en el GR11, a la derecha de la pasarela. Por un sendero que deja a la derecha el río y más allá la pista que viene de Vilamanya. Poco a poco me voy alejando del Tosa, pasamos un abrigo de pastores y más adelante llegamos a la fuente y casa dels Plaus.


Sigo el camí des Plaus para llegar a Queralbs. Disfrutando del paisaje y del entorno que me rodea. Me encuentro por el camino de nuevo una planta que llevo observando en varias etapas y también en la de ayer, la etapa 30. Es el acónito. La que dicen es la planta más venenosa de Europa. No suele ser habitual la intoxicación con el acónito, pero casos se han dado, con consecuencias fatales. Hay que tener mucho cuidado. Florece en verano y tiene unas flores peculiares de color azul-morado. Su veneno es un alcaloide llamado aconitina, pues la planta recibe el nombre de ‘Aconitun napellus’. Crece entre las grandes hierbas de los claros del bosque, junto a los arroyos y también en las zonas húmedas entre los pastos, entre los 1.500 y 2.000 metros de altitud. Os dejo con las últimas imágenes y la peli de la jornada.


