Senda Pirenaica. Etapa 27: Encamp – Refugio de L’Illa

Martes, 24 de agosto de 2021

De nuevo otra jornada por tierras andorranas, esta etapa 27 de la Senda Pirenaica que me lleva de Encamp hasta el refugio de L’Illa. Una etapa no muy larga pero con un desnivel positivo importante: 1.380 metros. Toda la mañana subiendo y subiendo. Salgo del hotel donde me he alojado esta noche, a las 7 de la mañana, con un cielo lleno de nubes que no presagia nada bueno. Bajo por la acera de la carretera CG-2, paso la rotonda en la que se encuentran dos gasolineras. Pues en la siguiente rotonda me encuentro con un letrero que indica Llac d’Engolasters y Riu Blanc. Comienzo a subir por una senda que asciende por un pinar. En apenas una hora llego al citado lago, donde me encuentro un pequeño aparcamiento y un par de bares-restaurante. Sigo con un día bastante nublado. Muy gris. Entro de lleno en el vall del Madriu-Perafita-Claror.

El valle del Madriu-Perafita-Claror fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2004 atendiendo a su valor paisajístico. La preservación de un valle mayor en su totalidad es un hecho insólito, y el único caso que se ha dado en los Pirineos. Está situado al sudeste de Andorra y ocupa una superficie de 4.247 ha. Este territorio coincide con la cuenca hidrográfica del río Madriu, representa cerca de un 10% de la superficie de Andorra, y se reparte entre terrenos de las parroquias de Encamp, Andorra la Vella, Sant Julià de Lòria y Escaldes-Engordany. En el entorno de este espacio se ha definido una zona periférica de protección que tiene una superficie de 4.092 ha. El GR11 comparte recorrido con el Camí dels Matxos, un sendero local marcado en amarillo adaptado al principio. Más adelante atraviesa un pequeño túnel y deja a la derecha un mirador.

Un valle Patrimonio de la Humanidad

Las nubes poco a poco se van separando. En poco más de dos horas he llegado al coll Jovell (1.779 m) y comienzo el pequeño descenso -y el único- de esta jornada. El GR11 remonta el vall del Madriu por el llamado Camí de la Muntanya y en una hora estoy en el refugio de Fontverd, donde hago una parada para reponer fuerzas. Esta etapa 27 de mi Senda Pirenaica no es tan espectacular como la grandiosa etapa 25, pero tengo que decir que es preciosa. Retomo la marcha, los pinares van dando paso a los prados y llego al Pla de L’Ingla. Cada vez el cielo está con menos nubes. Continúo mi paseo y en media hora llego al refugio del Riu dels Orris. Las imágenes son espectaculares, con un cielo azul maravilloso adornado de unas esponjosas nubes, ya no tan oscuras como al principio de la mañana.

Sea cual sea el itinerario escogido en el valle del Madriu-Perafita Claror, encontrarás cabañas de pastores recuperadas recientemente de manera tradicional, terrenos delimitados por muros que antiguamente habían sido huertos, bordas y zonas de pasto para los rebaños. Y siempre unos paisajes increíbles, que te dejan sin aliento, y no precisamente por la dificultad de la subida. Después del refugio del Riu dels Orris me desvío a la izquierda y el terreno se hace algo más empinado. Tengo que parar de vez en cuando a coger aire. Los rebaños de vacas cada vez son más numerosos y algunas de ellas se cruzan en mi camino. Así que me relajo y disfruto del silencio de estos parajes, solamente enturbiado por los cencerros vacunos. Sigo avanzando y alcanzo el estany de la Bova, muy cerquita ya de mi destino final en el día de hoy.

En el refugio más alto del Principado de Andorra

El refugio de L’Illa cuenta con 6 habitaciones que pueden acoger hasta 50 personas, siendo actualmente el refugio más moderno de Andorra.  Y el refugio guardado más alto del Principado. Fue concebido inicialmente para acoger los trabajadores de FHAS durante la construcción de la presa del lago. Durante los años 90, el edificio fue rehabilitado como refugio libre. Actualmente, el refugio de L’Illa es un refugio guardado con la finalidad de ser un faro para los alpinistas, ofreciéndoles orientación y protección. El refugio dispone de un equipamiento con grande autosuficiencia energética y aislamiento térmico, lo que permite acoger los excursionistas todo el año. Desde sus 2.488 metros de altitud podemos disfrutar de unas vistas espectaculares y descansar de la jornada tan magnífica que hemos vivido hoy. Solamente queda dejar las últimas imágenes y el vídeo de la pequeña peli que he realizado de esta etapa 27 de mi Senda Pirenaica.

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