Etapa 23 del Camino de Santiago: Foncebadón – Ponferrada

Etapa 23 del Camino de Santiago

Etapa 23

Resuelto el primer trámite de los montes de León, queda subir hasta uno de los puntos más emblemáticos del Camino en esta etapa 23 del Camino de Santiago, la Cruz de Fierro, una secuela del milladoiro clásico al que la moderna costumbre de dejar todo tipo de objetos a modo de exvoto ha convertido en un pequeño basurero. Nos acompaña un paisaje despoblado y misterioso y el aire limpio de la alta montaña. Como en la etapa anterior, las localidades bendecidas por la vara mágica de la ruta compostelana viven una nueva época dorada. Como ocurre con Foncebadón o como es el caso de Manjarín, aldea también abandonada y recuperada por seguidores de los templarios. Al final del día espera Ponferrada, la Pons Ferrata de los templarios, desde cuya fortaleza velaron los monjes guerreros por la integridad de los que seguían la vía de las estrellas.

Etapa 23 del Camino de Santiago
Vistas espectaculares con el Teleno al fondo
Etapa 23

Viernes, 14 de abril de 2017

Dejar Rebanal del Camino atrás en la jornada de ayer fue una buena idea. La subida desde allí hasta la Cruz de Hierro unido al descenso interminable hasta Molinaseca hubiera sido terrible para la caminata de hoy. Dejo atrás la Maragatería y entro de lleno en la belleza del Bierzo. En la etapa de hoy enseguida llego a otro punto mítico del Camino Francés. La Cruz de Hierro –o Cruz de Ferro-. Que alcanza la cota más elevada de la ruta jacobea, por encima de los lejanos Pirineos, que ascendí allá por el mes de julio del verano pasado. Una subida que si no fuera por el excelente calzado que llevo, sería difícil acometer. Pinchando en las dos imágenes que tienes abajo te llevan a la web donde las puedes comprar. Recuerda que lo principal en una ruta es el calzado, si cuidas de tus pies cuidas de ti.

Etapa 23 del Camino de Santiago
Pincha en esta imagen si eres chica
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Situada a unos exactos 1500 metros de altitud (el techo del Camino Francés en España), no es más que una pequeña cruz de hierro aupada por un desproporcionado mástil de madera. De espaldas a la cruz es tradición arrojar una piedra al montón ya levantado. Un gesto calcado al que hacían los segadores gallegos cuando se desplazaban a Castilla para trabajar en los campos de cereal. Y también los arrieros y los pastores trashumantes. Por desgracia, ante la ausencia de piedras, en los últimos años se ha puesto de moda dejar cualquier cosa, desde una bota sucia a un paquete de cigarrillos. Una verdadera pena, porque la base del crucero se ha convertido en un estercolero y confirma cierto tufillo que desprende el género humano. Sigo sin entender esta absurda costumbre vista en algunos puntos del Camino.

Etapa 23 del Camino de Santiago

El Bierzo me espera en esta etapa 23 del Camino de Santiago

Lo más complicado en esta jornada de hoy, en teoría, era la pequeña subida desde Foncebadón hasta la cruz. El esfuerzo que representa la prolongada subida tiene como recompensa contemplar un paisaje sobrecogedor: la perspectiva de toda la Maragatería que he atravesado durante las etapas anteriores. El Camino ya recorrido, bajo la sombra de los dos mil metros de altitud del Teleno. Desde el puerto de Foncebadón comienza un sinuoso descenso, pero antes de alcanzar la capital del Bierzo, haré paradas en algunos pueblos. Ahora llegan casi 20 kilómetros de bajada, hasta la localidad de Molinaseca, en los que debemos tener cuidado con nuestras rodillas. Siempre bajar es más complicado que subir. Pero el crudo descenso entre pastos y piornos es más llevadero cuando se contempla el paisaje que esta mañana he podido disfrutar.

Etapa 23 del Camino de Santiago

Enseguida dejo Manjarín atrás. Destacable por su ubicación y por las vistas que tenemos desde allí es el pequeño pueblo de El Acebo. La primera localidad de El Bierzo. Documenta Juan Uría que los vecinos de esta localidad estuvieron libres de impuestos a cambio de colocar ochocientas estacas para indicar el camino a los viajeros. En este núcleo berciano rodeado de piornos y pastos, un hotel, una tienda donde comprar bocadillos y un mesón permiten un paréntesis en la etapa que ya hemos completado en más de un 40%. El pueblo ha vuelto a resurgir gracias al Camino y hoy ofrece múltiples servicios, todos abocados a la calle Real. El valle del Silencio debe su nombre a un santo atípico: san Genadio. Cuenta la tradición que el eremita mandó callar a los pájaros porque interrumpían sus rezos. Desde entonces el silencio se apoderó de estos paisajes.

El Acebo de san Miguel

Grandes recuerdos en Molinaseca en la etapa 23 del Camino de Santiago

Tras alcanzar Riego de Ambrós, fundado por Alfonso IX en el año 1188, y avanzando por una ruta marcada por la pizarra y los repechos entre castaños, vadeando barrancos, llego a Molinaseca. Los peregrinos terminaban por fin el trepidante descenso del Irago en esta localidad histórica, citada ya en el Codex Calixtinus. Con las rodillas ya muy castigadas por fin llego a este pueblo. Cruzando el río Meruelo por su puente romano y embocando la calle Real que me llevará hasta la misma Ponferrada. Recuerdos que vienen a mi mente nada más llegar a esta preciosa localidad. Veinte años atrás aquí estuve acompañado de una persona muy importante en mi vida y la de mis hijas, era nuestro primer viaje. Pasada esta localidad una larga y aburrida caminata nos lleva a desembocar en Ponferrada.

Alargo la etapa casi tres kilómetros porque el alojamiento lo tengo a las afueras de la llegada oficial. En el Hostal Conde de Lemos, donde por 20€ duermo esta noche. Lo bueno de esto es que mañana tendré menos recorrido y me viene muy bien para las dos ampollas que me salieron en el pie derecho. La primera vez en todo el Camino y por dejadez. No hay que dárselas de listo cuando de andar una gran distancia se trata. No me cuidé bien los pies en esta ocasión, tal y como lo hice el verano pasado, y las consecuencias las estoy sufriendo ahora. A continuación os dejo los enlaces de los albergues en Ponferrada y luego la peli de esta jornada:

2 Comments

    • Carlos Marín

      Muchísimas gracias. Llevo apenas un año con este formato y me alegra mucho que pienses eso porque me ha llevado un enorme trabajo. Vuestro comentario me anima a seguir adelante y echarle más ganas todavía. Muy amable.

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