Senda Pirenaica. Etapa 39: El Port de la Selva – Cabo de Creus
Sábado, 27 de agosto de 2022
Me despierto muy contento en el día de hoy. Después de 38 etapas en la Senda Pirenaica y de unas últimas jornadas muy duras por el lamentable estado de mis pies, llego a la etapa 39 y última de esta aventura. Así que en la mañana de hoy toca madrugar. Quiero llegar cuanto antes a mi destino final. Y hay que evitar el calor de la última semana. La predicción para este sábado es que las temperaturas vuelven a ser elevadas. Salgo de mi alojamiento a las 7 de la mañana y pongo rumbo a la calle del Puig Gros. Enseguida me encuentro con una pista de tierra y un cartel que indica que entramos en el Parque Natural de Cap de Creus. También hay una barrera que impide el paso a cualquier tipo de vehículo motorizado. Estoy en el inicio de la etapa 39 de la Senda Pirenaica.
La mañana es estupenda, nada de calor a estas horas y unas nubes que no amenazan lluvia. A mi izquierda asoma el Mediterráneo en un par de ocasiones. Pero me adentro en la espesura del bosque hasta llegar en una hora a la ermita de Sant Baldiri de Taballera (125 m). Sant Baldiri era el centro espiritual y económico de las numerosas masías del Cap de Creus. Gracias a las excavaciones arqueológicas sabemos que la ermita fue habitada sin interrupciones desde el siglo XVI hasta finales del siglo XIX. La documentación histórica relaciona la ermita con el monasterio de san Pere de Rodas y con los condes de Ampurias. La iglesia que vemos actualmente data del siglo XVIII, pero en la pared del sector norte se pueden apreciar los restos de la construcción prerrománica y las ampliaciones posteriores. La torre de defensa se construyó en el siglo XVI.
Etapa 39 de la Senda Pirenaica
Dejo atrás Sant Baldiri y sigo por el cómodo camino que llevo hoy. Me encuentro con otro cruce, a la izquierda la senda se dirige a la cala Taballera. Por ahí iba hace años el GR11. Ahora hay que seguir de frente, hacia una masía abandonada llamada Mas Vell. El desnivel de esta jornada es mínimo, como os podéis imaginar. La altitud máxima a la que llego hoy han sido los 196 metros de la subida antes de llegar a Sant Baldiri. Pasado Mas Vell me adentro por un pequeño sendero, que luego se hace camino. Para desembocar un par de kilómetros después en un cruce con una curiosa estampa que nos recuerda las pelis del oeste americano. Es la pista que se dirige a Mas de la Birba. Sigo hacia la izquierda pero enseguida la abandono por otro camino que sale a la derecha. La señalización es buena.
Sin pérdida doy pronto con la carretera que proveniente de Cadaqués se dirige el faro del Cap de Creus. Cruzo esta carretera y sigo por senda a través de un terreno rocoso, algo incómodo. Las nubes más grandes de primera hora de la mañana han desaparecido y de nuevo aprieta el calor. Así que decido bajar a una de las numerosas calas que hay por la zona. Con el fin de refrescarme un poco y aliviarme del sofocante calor a estas horas del mediodía. Están la cala Torta, la cala Bona, cala Jugadora, cala Fredosa… Después de empapar la camiseta y descansar unos minutos, retomo el sendero del que me había desviado unos metros. Salgo de nuevo a la carretera y llego a una curva de herradura, donde arranca un camino a mano derecha que me deja directamente en el faro. Mi aventura está a punto de finalizar.
Fin de la Senda Pirenaica
Muy emocionado, termino de subir la última pendiente que me deja al lado del faro del Cap de Creus. Después de cuatro años desde que lo empecé, allá por el mes de julio de 2018. Y tras más de 800 kilómetros desde el cabo de Higuer hasta aquí. Con miles de kilómetros de desnivel, tanto positivo como negativo. Ya puedo decir que he llegado al cabo de Creus. Pero todavía quedan unos metros hasta tocar el mar Mediterráneo. Hasta llegar al final del GR11. Me dirijo a la punta más oriental de la Península Ibérica. Los pies están literalmente destrozados y los últimos metros se me hacen eternos. Además, hace muchísimo calor. El terreno rocoso todavía hace de este final una gesta épica. Muy contento y recordando todos los increíbles lugares que he visto durante la Senda Pirenaica llego al final del camino.
«Toda aventura comienza con un si». Leo estos días mientras termino de editar esta entrada y los últimos vídeos de mi Senda Pirenaica. Y siempre he escrito «mi» porque la he hecho a mi manera, en distintos tramos, pero siempre en solitario. Aunque me he encontrado con un montón de personas de las que he disfrutado muchísimo. Esta aventura se puede hacer perfectamente en dos veranos, siempre que tengas tiempo, como es lógico. Y siempre que estés muy bien preparado físicamente. Mucha gente la hace de una tirada, tanto de este a oeste como al contrario. Yo creo que esas personas son unos auténticos craks y me quito el sombrero por ellos y ellas. He disfrutado muchísimo, he sufrido todavía más, pero puedo decir que he atravesado los Pirineos desde el mar Cantábrico hasta el mar Mediterráneo andando. Y lo recordaré toda mi vida. Las aventuras son para siempre.
