Senda Pirenaica. Etapa 14: Pineta – Parzán

Miércoles, 22 de julio de 2020

Después de la odisea de la etapa anterior de esta travesía, afronto la Senda Pirenaica etapa 14 muy agotado, pero con mucho ánimo. Lo normal es salir desde el Refugio de Pineta, pero os recuerdo que yo pernocté en el Parador de Bielsa. Por lo que tengo el acceso al GR11 nada más salir del mismo, a la izquierda. Justo al lado de la ermita de Nuestra Señora de Pineta. Un cartel señala nuestro primer destino. El sendero sube entre el hayedo de Selva Pochas hasta encontrarse con la pista que sube desde la pradera. Tomando los atajos llegamos en breve a los Llanos de La Larri. Una zona de prados dónde pasta tranquilamente el ganado. Geológicamente, se trata de un valle colgado, es decir, formado por un glaciar que vertía sus hielos sobre otro de mayor tamaño, y por ello, más profundo.

La pista acaba aquí. A la derecha queda el Refugio de La Larri. El GR11 continúa ascendiendo por la Cuesta de la Rivareta en dirección Este y luego Noreste. Ya en el bosque de pinos, a una altura de entre 1.850m y 1.900m, el sendero cambia de dirección y se dirige en dirección sur fuera del bosque. Una pequeña subida por terreno despejado nos deja en la Plana Es Corders. La vista hacia el Circo de Pineta es espectacular. La subida es algo exigente pero cada parada que hago para coger un poco de aire y reponer fuerzas es una delicia para la mirada. Esta Senda Pirenaica atrae muchísimo.

Dejo atrás el valle de Pineta

En la Plana Es Corders tenemos unas vistas espectaculares ahora del valle de Pineta, más bien de una de las paredes del valle de Pineta. Concretamente la que se bajó ayer desde el collado de Añisclo. Esa bajada de más de mil metros de longitud en apenas dos kilómetros y medio de distancia. Todavía desde aquí es más imponente. La paz y la tranquilidad que se tiene aquí arriba hace que te olvides del esfuerzo que supone llegar hasta estos lugares. Es impresionante esta Senda Pirenaica etapa 14.

Sigo subiendo, castigando más las piernas. Atravieso la pista que viene de Espierba a La Estiva y por un atajo llego a la Colladeta de la Plana Fonda (2.103m), atravesada por la pista. Desviándose por la pista a la izquierda está el refugio ganadero de La Estiva. Por debajo de este hay un pilón junto a un manantial. Desde la colladeta continuamos al Este, en ligero descenso, hacia la Plana Fonda. La pista se difumina y en su lugar aparecen las rodadas que hacen los todoterrenos sobre la hierba. En unos minutos llego a una fuente, donde descanso, bebo agua tranquilamente y me preparo para la última subida de la jornada. Ya que al final del llano la senda gira a la izquierda y afronta la subida al collado de Petramula, a 2.156m.

Comienza la bajada hacia Parzán

Desde el collado de Petramula el sendero desciende junto a un riachuelo, entre prados. En ese tramo me cruzo con la única persona que veo a lo largo del día haciendo la Senda Pirenaica, viene en dirección opuesta y va a hacer toda la travesía este verano. Una proeza.

Termina la parte más abrupta de la bajada y llego a la Plana de Petramula, donde hay un par de vehículos aparcados. Allí enlazo, tras cruzar un puente, con la pista que sube de Chisagües. El GR11 desciende todo el tiempo por la pista que recorre el valle sobre el río Real, encajonado entre la Secreta de Chemenas al norte, y la sierra de Espierba al sur. A lo largo de toda la bajada encontraremos riachuelos. Después de un buen rato llego a una zona de aparcamiento junto a la borda Brunet (establo). Mucho cansancio ya acumulado. Tomo el último respiro. La pista continúa bajando dejando a un lado y otro cabañas ganaderas.

Por el sendero diviso ya las casas de Chisagüés. Allí llego minutos después. La paliza que me di ayer más el cansancio acumulado de la jornada de hoy hacen que por mi cabeza empiece a surgir la idea de terminar por este año mi Senda Pirenaica. Paso a paso me voy dando cuenta que la mejor opción es dejarlo para otro momento, no sé si para el mes que viene o el año que viene. Cuando todo el rollo de la pandemia haya pasado (ojalá) y podamos viajar sin ningún temor a nada. En estos pensamientos me encuentro cuando llego a Parzán. Diviso el alojamiento donde me voy a quedar esta noche y camino con impaciencia hacia allí.

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