Etapa 30 del Camino de Santiago: Palas de Rei – Arzúa

Etapa 30

La inminencia de Santiago enciende la mecha de la ansiedad hasta convertir la presente etapa 30 del Camino de Santiago en un puro trámite. Larga, pero una diligencia al fin y al cabo. No restan ya ni grandes núcleos poblados, ni catedrales majestuosas, ni importantes monasterios. Sólo colinas verdes y aldeas minúsculas que se superan sin más rodeo ni digresión. El único obstáculo lo pondrán los numerosos ríos de la comarca, que discurren directos al sur, en busca del valle del Ulla. La ruta jacobea, en su inexorable tránsito hacia el oeste, los corta transversalmente, formando un continuo sube y baja que machacará las mermadas fuerzas del caminante. El itinerario prácticamente es idéntico al de la N-547, aunque no se advierte durante el camino el sonido de automóviles. Los sonidos de la naturaleza triunfan.

Etapa 30

Domingo, 23 de julio de 2017

Etapa larga esta etapa 30 del Camino de Santiago. La que más hasta Santiago de las últimas siete. Aunque yo la he acortado en tres kilómetros y me he quedado en Ribadiso sin llegar hasta Arzúa. Por lo que la imagen de Google Maps es la que muestra realmente el itinerario de hoy. Vuelven a aparecer los preciosos bosques que llevo viendo en estas últimas etapas y es lo más importante de destacar. Porque por lo demás y ante la inminencia de llegar a la capital de la ruta jacobea, lo que deseamos los peregrinos es terminar cuanto antes. Para afrontar las dos últimas etapas con las ganas que esta aventura requiere. Por lo que dejamos Palas de Rei (después de echar un vistazo al coche) y pasamos por Carballal, Pontecampaña, Casanova y tres o cuatro aldeas más antes de llegar a Leboreiro.

Entro en la pequeña y bella aldea de Leboreriro, que está en el límite de las provincias de Lugo y A Coruña. Llego por un sendero y paraje que los romanos denominaron Campus Leporarius, por la gran cantidad de liebres que había en la zona. Al entrar en su enlosada calle Mayor, nos reciben un crucero y las casas de mapostería. Su iglesia, de estilo románico, está consagrada a la virgen María. Según la leyenda, la imagen que se venera en este templo fue hallada milagrosamente junto a una fuente. La encontraron unos aldeanos que acudieron al lugar atraídos por un insólito fenómeno. Por las noches irradiaba una intensa luz y por el día emanaba aroma a flores. Llevaron la figura de la virgen al santuario, pero ésta volvía siempre a su lugar de origen. Hasta que el cantero decidió tallar su perfil en el pórtico del templo.

Avanzando en esta etapa 30 del Camino de Santiago

Tras descender al río Furelos, el Camino se adentrará en tierras coruñesas. Llego a uno de los tramos más hermosos del ramal gallego antes de Compostela. Melide tendrá muchos atractivos turísticos pero sin duda alguna su famoso pulpo ocupa el número 1 del ránking. Muchos peregrinos hacen parada aquí para degustar este exquisito manjar en alguna de las pulperías de la localidad. Una de las cosas que más me ha llamado la atención en estas etapas gallegas, y hoy he visto muestra de ello, es cómo están los cementerios integrados en el mismo recinto de la iglesia. No en otra parte del pueblo como ocurre, por ejemplo, en Extremadura. De tal manera que los feligreses para entrar a la iglesia, deben pasar al lado de las sepulturas. Muchos de estos datos los he sacado de las guías que he ido siguiendo. Aquí debajo os las dejo por si os interesa.

Muchas y pequeñas iglesias en esta etapa del Camino de Santiago y casi todas erigidas en honor de María. Cómo no iba a acordarme de mi pequeña. Me ocurre siempre que me encuentro con una iglesia o una catedral con su nombre. ¿Verdad cariño? Ubicada al final de la rúa de san Antonio, junto al cementerio, fue levantada sobre un templo romano, antiguo lugar de poder. De estilo románico, tiene una única nave central rectangular y un ábside semicircular, canecillos y dos portadas. El interior está decorado con pinturas murales que, al igual que en Vilar de Donas, cubren toda la cúpula hasta el altar mayor. El conjunto está formado por la iglesia y un grupo de casas. En el casco histórico de Melide encontraremos uno de los cruceros más antiguos del Camino en Galicia, una cruz gótica del siglo XIV.

Cerca del destino final en la etapa 30 del Camino de Santiago

Después de Melide el Camino me lleva a Boente. Con su pequeña iglesia dedicada en esta ocasión a Santaigo. Y luego sigue avanzando entre espesos bosques, donde los eucaliptos empiezan a ganar terreno. Por aquí otras dos imágenes quiero destacar en el día de hoy. Son dos mojones o hitos que señalizan la distancia a Santiago de Compostela desde la localidad de O Cebreiro cada 500 metros. Los que he visto hoy me han llamado la atención por dos motivos diferentes. El primero de ellos creo que es obvio (mi pequeña María de nuevo, a ver si encuentro algo con Ángela, aunque difícil va a ser). El segundo me ha sorprendido porque será de los poquitos que queden intactos en los últimos 100 kilómetros de la ruta jacobea y además marcaba la distancia de 44 kilómetros justitos.

La senda se convierte en una sucesión interminable de repechos, toboganes, subidas y bajadas, que vuelven a poner a prueba mis fuerzas físicas. La fuerza mental va en aumento a medida que me aproximo al final de la aventura. Alcanzo Castañeda, donde se encontraban los hornos de cal en los que los concheiros dejaban las piedras recogidas en las canteras de Triacastela y destinadas a la catedral de Compostela. Y, para terminar, antes de la peli de esta jornada, un aviso para todos los peregrinos y amantes de los animales. Hoy me quedo en uno de los lugares que más me han gustado de todo el Camino, la Pensión Ribadiso. Por 59€ la noche sin desayuno, un alojamiento estupendo que os recomiendo para vuestro descanso. Después la lista de los albergues en Arzúa, muchos ya para dar cobijo a tantos peregrinos.

Tierras de A Coruña

No llego hasta Arzúa, me quedo a menos de 3 kilómetros, en Ribadiso da Baixo. El minúsculo pueblo sorprende por su magnífico albergue, un bucólico conjunto de casas tradicionales de pizarra a orillas del río Iso. Uno de los lugares más agradables de toda la ruta jacobea, sin duda alguna.

En el puente de Ribadiso

Además de ser la etapa 30 la más larga de Galicia, siempre que sigamos las guías y recomendaciones al uso, también cabe destacar que esta mañana he pasado de la provincia de Lugo a la de A Coruña. Apuntar asimismo que en Melide se unen al Camino Francés los peregrinos que van haciendo el Camino Primitivo, y en Arzúa (de la que me he quedado a tiro de piedra) se añaden los del Camino del Norte. A continuación os dejo un pequeño vídeo de la jornada de hoy.

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