Etapa 11 del Camino de Santiago: Belorado – Atapuerca

Etapa 11 del Camino de Santiago

Etapa 11 del Camino de Santiago

Castilla recibe al Camino con un paisaje muy diferente al de la tradicional llanura sin fin que la caracteriza. Durante la primera mitad de la jornada, los pasos van a seguir un perfil alomado y llano. Sin embargo, tras Villafranca, una localidad antigua nacida en torno a su hospital de peregrinos, la planicie dejará paso a los montes de Oca, topónimo en el que algunos autores han querido ver demostrada la relación entre el Camino y el juego iniciático. Los montes de Oca fueron antaño una página temible para los caminantes, porque los bandidos y las alimañas que campaban por sus oscuros bosques convertían la peregrinación en una peligrosa aventura. Arriba, como un encuentro irreal, aguarda San Juan de Ortega, lugar acogedor en medio del silencio y la nada. Termino esta etapa 11 del Camino de Santiago en el pequeño pueblo de Atapuerca.

Etapa 11: Belorado - Atapuerca

Pero vayamos por partes. Abandono Belorado cruzando el puente de piedra erigido por Alfonso VI. Este puente es conocido como el Canto, de once arcos y reformado en el siglo XIX. Para salvar el río Tirón hasta el desvío a San Miguel de Pedroso. Muy pronto aparece en mi camino la villa de Tosantos, dominada por la ermita rupestre de Nuestra Señora de la Peña. Excavada en la roca de la montaña, y en la que cobra fuerza el culto a la naturaleza. Esta jornada de hoy va a ser larga, ya que haré unos tres kilómetros de más para llegar hasta Atapuerca, lo que hace un total de 30 kilómetros. Será una de las más largas de toda la ruta jacobea. Por ello debemos tener paciencia, parar a descansar las veces que sea necesario y charlar lo que nos apetezca con los demás peregrinos que nos encontremos.

Etapa 11 del Camino de Santiago

jueves, 28 de julio de 2016

Esta etapa 11 del Camino de Santiago está siendo estupenda, aunque también ha sido la más larga de este periplo jacobeo que termina mañana. Dejo Tosantos atrás precisamente por la parte trasera del pueblo. Por allí, un sendero entre campos de trigo me conducirá hasta Villambistia. Donde la poderosa torre de su iglesia, ajada por el paso de los años, rompe el horizonte. La mayoría de los vecinos de la localidad viven en Bilbao, de modo que al cruzarla es probable que tengamos la sensación de estar atravesando un desierto de fríos edificios modernos. Paso al lado de un curioso alojamiento: la Casa de los Deseos. Y pido uno, quién sabe. La planicie dejó paso a los montes de Oca, donde la supuesta relación del Camino con el juego de la oca vuelve a hacerse patente. Buen calzado es necesario para disfrutar de estas etapas sin daño en los pies.

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Etapa 11 del Camino de Santiago

De nuevo durante varios kilómetros sigo paralelo a la N-120. He dejado Tosantos, Villambistia y ahora llego a Espinosa del Camino. Donde la soledad de sus calles conforman un paisaje que sobrecoge en cierta medida el peregrino. El trazado urbano de las calles revela que el Camino está en el origen del pueblo. Paso junto al albergue La Campana, con una curiosa decoración en la fachada. Destaca su iglesia de la Asunción, edificada en el siglo XVI. Entre Espinosa y Villafranca, a la derecha del sendero, se encuentra San Felices. Una pequeña ermita abandonada, vestigio del asentamiento que hubo en torno al monasterio de San Félix de Oca. Sólo se conservan los restos del ábside de la iglesia, que resisten en medio de una pradera. Villafranca Montes de Oca lo tengo a tiro de piedra.

Etapa 11 del Camino de Santiago

Hacia los montes de Oca en la etapa 11 del Camino de Santiago

Hacia allí continúo tras recorrer la planicie. A esta zona también se la conoce como «La Rioja burgalesa». Originariamente fue un asentamiento franco. Y se convirtió en sede episcopal durante el reinado del mencionado anteriormente Alfonso VI. Una población mágica y llena de misterio que recibe al peregrino antes de emprender el suave ascenso montañoso. De nuevo volvemos a hablar del juego de la oca con esta localidad. Edificada sobre el antiguo campamento romano de Auca, su nombre evoca el enigma, el ánsar. Destaca según vas llegando su iglesia de Santiago, sobre la misma carretera. Fundada en el siglo XVII junto al viejo trazado del Camino. Fue erigido sobre una antigua iglesia y ésya, a su vez, sobre otro santuario mozárabe destruido por Almanzor. En su interior se guarda una concha natural gigante traída desde Filipinas, que hace la función de pila bautismal.

Etapa 11 del Camino de Santiago
Iglesia de Santiago en Villafranca Montes de Oca

Rodeada de robles, enebros y brezos, la pista comienza su ascenso. Primero hasta un repetidor y después hacia un monumento dedicado a las 300 personas fusiladas en los primeros meses de la Guerra Civil española. Acto seguido la pista desciende como un tobogán hasta el cauce de un río para afrontar un duro, aunque corto, repecho. La pista de gravilla suelta se convierte a partir de ahora en una amplia pista forestal. Estoy en la misma senda en la que los caminantes medievales se agrupaban para hacerse fuertes ante los posibles peligros que se presentasen. Atravieso bosques de pinos y robles inmerso en un silencio absoluto. En un paraje donde se encuentran cuatro manantiales llamados las fuentes de Oca. Sin duda alguna, la atmósfera reinante es muy similar a la que debieron vivir y sentir los primeros peregrinos. Momentos del Camino que se vuelven inolvidables.

San Juan de Ortega en la etapa 11 del Camino de Santiago

Continúa el sendero por el alto de la Pedraja. Llego a un área de descanso para peregrinos llamada «oasis del Camino». Y, precisamente, eso es. Con una decoración preciosa en los alrededores y bien preparada a la sombra de los pinos, podemos parar un buen rato allí antes de abordar los últimos kilómetros hasta San Juan de Ortega. Recordad que esta etapa es muy larga y no hay que desaprovechar los buenos lugares de descanso. Tras un rato de tranquilidad, como y bebo algo antes de reanudar la marcha. Pausadamente vuelvo al sendero de tierra y se nota que voy bajando paulatinamente. En lo alto y sobre un calvero aparecerá el monasterio de san Juan de Ortega. Si no has tenido la oportunidad de descansar y avituallarte en el oasis que he dejado atrás, este también es un buen lugar para ello.

Oasis en el Camino

San Juan nació en 1080. Colaboró con santo Domingo en la construcción de puentes y caminos. Tras una peregrinación a Tierra Santa, se retiró a estos parajes para ayudar a los peregrinos en el difícil tránsito de los montes de Oca. Cuando murió, en 1163, fue enterrado en la misma capilla románica que él ayudó a levantar. En el interior del santuario, la sabiduría, la magia, los símbolos y el mensaje de los maestros canteros se ponen de manifiesto cada año con los equinoccios. El 21 de marzo y el 21 de septiembre, a las cinco en punto de la tarde, se produce un prodigio arquitectónico-luminoso llamado el «milagro de la luz». Un rayo de sol entra por una ventana ojival de la fachada exterior izquierda del pórtico e ilumina el capitel donde están talladas las escenas de la Natividad, la Visitación y la Anunciación de la Virgen.

Monasterio de san Juan de Ortega

Me aproximo a Burgos

Abandono San Juan de Ortega y me adentro de nuevo en un bosque de pinos. Como en otros puntos del Camino, también aparecen aquí dos opciones para llegar a Burgos. Yo elijo la que se dirige a Agés y Atapuerca. En muy poco rato llego a un coqueto y bello pueblo, que conserva en sus calles la arquitectura tradicional castellana jacobea: Agés. Una villa que fue erigida y favorecida por el propio constructor san Juan de Ortega. Trazó y edificó el Camino hasta Atapuerca. Allí llego justo a la hora de comer. Después de una etapa larguísima me dispongo a ir a mi alojamiento: el Hotel Rural Papasol, 40€ la noche. A continuación os dejo enlaces sobre otros albergues por la zona:

Llegada a Agés

Por la tarde aprovecho, como en otras ocasiones en las que también he llegado pronto, a realizar una excursión a los yacimientos de Atapuerca. Es otra de las ventajas que tiene el Camino de Santiago. No solamente va a ser andar y andar. En Atapuerca me recoge un autobús y me lleva, junto a otros peregrinos, al centro de interpretación. De allí, a los yacimientos. Tenía muchas ganas de visitar este lugar. Más abajo os dejo la pequeña peli de esta etapa 11 del Camino de Santiago. Espero que os uste y si es así dejadme algún comentario. Muchas gracias. Mañana, cuando llegue a Burgos, quedarán menos de 500 kilómetros para Santiago.

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