Senda Pirenaica. Etapa 38: Vilamaniscle – El Port de la Selva

Senda Pirenaica. Etapa 38

Viernes, 26 de agosto de 2022

Después de la dura jornada de ayer y el abandono en Els Vilars, el descanso de toda la tarde y las ganas de terminar hacen que me despierte hoy con otro ánimo. Ya queda poco para llegar al cabo de Creus y eso me hace sentir muy optimista. El mal tiempo de la anterior etapa también ha desaparecido y amanece un día soleado y con poquísimas nubes. Así que la jornada promete y me dispongo a comenzar la etapa 38 de la Senda Pirenaica. Salgo de Vilamaniscle por tanto con alegría y decisión y pronto comienzo una ligera y cómoda subida. Me dirijo hacia el coll de la Serra (257 m) en una mañana muy agradable y con un ambiente bastante más límpido que en las jornadas anteriores. Sin duda por el agua caída en el día de ayer. Los pies siguen mal pero el paso es tranquilo.

Dejo atrás Vilamaniscle
Senda Pirenaica. Etapa 38

Poco a poco voy avanzando en esta etapa 38 de mi Senda Pirenaica. Las vistas ya no son las enormes montañas que he ido viendo durante tantos kilómetros en el GR11. Pero lo que veo sigue siendo espectacular. Con el incentivo de asomarme al mar Mediterráneo en algunos de los puntos del sendero. Poco después de coronar el coll de la Serra, sigo la pista durante un par de kilómetros. Hasta llegar a una senda que desciende bruscamente a la izquierda y que va a la ermita rómanica de San Silvestre de Valleta. La iglesia, restaurada en 1983, se encuentra en muy buen estado. Su entorno natural es encantador. Al lado de la capilla se encuentran los restos de una masía, ya mencionada en un documento del año 1019. Subo de nuevo a la pista por la que venía y me dirijo al coll de Les Portes (228 m).

Llego al Mediterráneo en la etapa 38 de la Senda Pirenaica

Desde allí diviso por primera vez en el día de hoy el mar Mediterráneo en todo su esplendor. También veo la cercana localidad de Llançà. Así que comienzo el descenso y me aproximo cada vez más a mi objetivo final. Enseguida llego a Llançà. Paso bajo la vía del tren y giro a la izquierda, paralelo a una carretera que cruzo a 200 metros. Un paso muy peligroso en la N-260. No entiendo cómo no hay otra forma de cruzar, porque hay mucho tráfico en ambas direcciones. Allí mismo, junto a la oficina de turismo, hago un pequeño descanso y compruebo el estado mis pies. Evidentemente mejor no están, pero creo que aguantaré hasta el final de la jornada. Dejo atrás Llançà por la avenida Antoni Margarits y continúo hasta una rotonda donde arranca a mano derecha una senda que sube sin descanso al coll del Perer (361m).

Senda Pirenaica. Etapa 38

Cruce peligroso

En el coll del Perer echo la vista atrás y disfruto de unas imágenes espectaculares de Llançà y de la costa. Giro a la derecha y sigo subiendo unos metros más hasta que termina la parte dura de la ascensión. Allí me incorporo a un sendero más ancho. Camino tranquilamente durante un kilómetro y medio hasta salir a la carretera GIP-6041 que une Vilajuiga y El Port de la Selva, en un cruce que sigo de frente. Dejo atrás la ermita de Santa Helena de Rodes y enseguida llego al monasterio de Sant Pere de Rodes (510 m). Desde allí tengo de nuevo unas vistas espectaculares del Mediterráneo y veo ya El Port de la Selva, el final de esta etapa. Me hubiera gustado disfrutar más tiempo en este lugar, pero mis maltrechos pies me piden que continúe y me dirijo inmediatamente a La Selva del Mar.

Senda Pirenaica. Etapa 38

Senda Pirenaica. Etapa 38

Solamente una jornada para llegar al cap de Creus

De La Selva del Mar al final de esta etapa quedan tres kilómetros. Sigo la carretera hasta desembocar en el camping l’Arola. Camino junto a la playa del Port de la Selva por la acera de la carretera GI-612. Con unas ganas tremendas de meterme en el agua, para aliviar mis malheridos pies. Pero tengo muchas ganas de llegar a mi alojamiento, el Hostal Germán (nada recomendable), descansar e irme a comer. Los pies los tengo destrozados, pero saber que ya solamente me queda una etapa de la Senda Pirenaica hace que los dolores desaparezcan. Como de maravilla en el restaurante Cal Mariner, donde también cenaré. Muy recomendable. Me entretengo por la tarde paseando lentamente en El Port de la Selva, disfrutando de su playa y de su puerto. Haciéndome a la idea de que mañana finaliza esta grandísima aventura. Por ahora, aquí os dejo la peli de esta jornada.

Senda Pirenaica. Etapa 38